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LA CORRUPCIÓN POLICIAL

Los policías del 'caso El Nani', investigados por la muerte de 3 atracadores

La muerte de tres atracadores a manos de la policía en 1984 está siendo investigada por el juez de Madrid Jacoho López Barja de Quiroga, titular del Juzgado número 15, en relación con la llamada mafia policial y la desaparición de El Nani. Los tres asaltantes participaron el 18 de junio de 1984 en un atraco a un taller de joyería de Madrid. Dos de ellos murieron por disparos de los policías; el tercero, José Luis Fernández Corroto, escapó con el botín y falleció al mes siguiente en una extraña persecución policial. El botín, valorado en 25 millones de pesetas, sólo se recuperó una décima parte. El resto desapareció con la muerte de Corroto.

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El juez López Barja de Quiroga recibió el pasado miércoles copia de las diligencias de un Juzgado de Móstoles (Madrid), que investigó la muerte del delincuente Fernández Corroto, ocurrida el 31 de julio de 1984. El fallecimiento se produjo en la calle de Granada de esa localidad madrileña, a manos de inspectores de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, que ocupaban un vehículo oficial. Unos 25 agentes de esta Brigada están acusados de diversos delitos relacionados con la desaparición del delincuente habitual Santiago Corella, alias El Nani. Asimismo, sobre otro inspector de esta Brigada -Adelardo Rafael Martínez García- pesa una petición de procesamiento por su presunta implicación en el caso Banesto (atraco a una sucursal en Madrid del Banco Español de Crédito, del que se obtuvo un botín de 1.200 millones de pesetas en joyas y lingotes de Oro). El delincuente Fernández Corroto participó el 18 de junio de 1984 en un atraco al taller de joyería Viuda de Toledano, situado en la calle de Atocha de Madrid. Fernández Corroto, de 38 años, junto a Pablo Pardo Ruiz, de 18, y Feliciano Martín de Paredes, de 39, atracó, con una pistola de gas y una escopeta recortada, el taller de joyería, de donde se llevaron 40 mantas (muestrarios de joyería). Los dueños del taller de joyería, mediante denuncia presentada el mismo día, valoraron las pérdidas en 25 millones de pesetas en alhajas del tipo media (sortijas y pulseras, fundamentalmente).

Los tres ladrones se encontraron en las escaleras y portal del inmueble asaltado a miembros de la Brigada Regional, entre ellos el comisario Francisco Javier Fernández Álvarez -presunto implicado en la desaparición de El Nani- y el inspector Adelardo Rafael Martínez García, jefe del Grupo I Antiatracos de la brigada.Según la versión oficial ofrecida en su día por la Policía, se entabló un tiroteo y resultaron muertos Pablo Pardo y Feliciano Martín. Fernández Corroto, según esta versión, logró huir con casi todo el botín.

'Encerrona policial'

Según fuentes próximas a los denunciantes de la supuesta corrupción policial, la encerrona efectuada por los agentes "estaba preparada", y resulta paradójico que el ladrón que llevaba el botín lograra huir. Estas fuentes consideran que José Luis Fernández Corroto pudo ser utilizado con la intención de que introdujese en el mercado las joyas robadas. El lapso de tiempo entre el robo y su muerte, un mes y medio después, puede explicar, según estas fuentes, que "se desembarazasen" de él una vez que ya había reconvertido las joyas en dinero, mediante la intervención de algún perista.

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Uno de los testigos del atraco relató en aquel entonces que los policías conocían los planes de los asaltantes. Este testigo señaló que había sido informado por un inspector de que la policía estaba siguiendo de cerca a los atracadores, de quienes tenía fundados indicios de que iban a asaltar el taller. Según este testigo presencial de los hechos, los funcionarios policiales estaban esperando a los atracadores en el portal de la vivienda desde tiempo antes.

El joyero santanderino Federico Venero, quien denunció ante la Justicia la presunta existencia de una red de corrupción policial, ha reiterado en diversas ocasiones que los policías corruptos se valían de delincuentes habituales para perpetrar golpes y adueñarse de los botines. En estas supuestas operaciones, los peristas ocupaban un papel primordial. Venero actuó, según propia confesión, en diversas ocasiones como perista (comprador de objetos robados) y encubridor de los policías, hasta su denuncia.

El juez López Barja, quien se ocupó desde el primer momento del atraco al taller de joyería de la calle de Atocha, solicitó recientemente a un Juzgado de Móstoles que le remitiese copia de las diligencias sobre la muerte de Fernández Corroto, ocurrida allí.

Sumario abierto

El Juzgado número uno de Móstoles envió el pasado miércoles las diligencias previas 3.989/84 sobre la muerte de Fernández Corroto. "El sumario del caso está abierto y se investiga", explicaron ayer fuentes judiciales del caso, que mantienen como línea de investigación, "entre otras", la presunta implicación de la red de corrupción policial en este atraco.

José Luis Fernández Corroto, de 38 años, tenía antecedentes penales por delitos cometidos en las ciudades de Madrid y Valladolid, según fuentes policiales. Tres robos y dos atracos aparecen en su historial delictivo. Igualmente, Pablo Pardo Ruiz y Feliciano Martín de Paredes poseían antecedentes penales por diversos atracos y robos.

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