La operación antidroga en Bolivia amenaza la economía del país
Las capas superiores de la mafia, que ostentan el poder económico del narcotráfico, representan para Bolivia secuelas que van desde el desequilibrio del proceso económico hasta la posible generación de graves problemas sociales y que, en conjunto, podrían ser muy adversas para la democracia instalada aquí con mucho sacrificio hace cuatro años.Una de las consecuencias del operativo antinarcóticos de las fuerzas especiales de la policía boliviana y del Ejército de EE UU es la drástica reducción -en un 75%- del precio de la carga (100 libras) de hoja de coca esta última semana (de algo más de 250 millones de pesos -alrededor de 130 dólares- a 60 millones -unos 35 dólares-).
Esto repercute en el campesino boliviano. Alrededor de 150.000 productores de hoja de coca quedaron sin medios de ingresos, puesto que sus cultivos no tienen ya mercados. De las 120.000 toneladas de hoja de coca, sólo 14.000 son necesarias para satisfacer las necesidades del consumo interno, principalmente para la. masticación y el uso medicinal, religioso y social que los descendientes de quechuas y aymarás le dan a la hoja verde.
Hay ya una clara tendencia a la subida del dólar en el mercado paralelo. Un 80% de la oferta en este mercado proviene del narcotráfico. El dólar se cotizaba entre 1,9 y 1,95 millones de pesos bolivianos en los últimos siete meses. La semana última, la collización estuvo entre 1,95 y 1,98 millones de pesos bolivianos por dólar. Esta misma oferta-sirve como sistema de lavado del narcodólar.
La contracción de la oferta de ,narcodólares implicará también la escasez de alimentos de primera necesidad y, consecuentemente, el incremento de los precios, para la desesperación de la clase trabajadora.
Los desocupados de la coca
En círculos diplomáticos y de la empresa privada se piensa que "de no contar ya ahora con la ayuda internacional podría haber un colapso de la economía boliviana".Según el ex ministro de Finanzas Jorge Tamayo, la represión tiene que ir "seguida de una política de fomento para la reactivación del poder productivo" para poder emplear a los desocupados que se habían incorporado a la cadena de producción de cocaína para sobrevivir a la crisis económica.
"Teníamos recursos financieros externos, pero estaban congelados a causa del narcotráfico", dijo un banquero boliviano, que declinó ser identificado, y añadió que, al demostrar Bolivia que combate el tráfico de cocaína, "habrá, lo esperamos, una mayor confianza en el Gobierno de parte del sector externo que nos permita captar aún más recursos para superar la crisis económica".
Bolivia ha roto el círculo vicioso al estrellarse contra el narcotráfico. Ya no hay pretexto para que la comunidad internacional congele los prestamos al país. De otro modo, el sacrificio de los bolivianos, al aceptar la intervención de tropas extranjeras, será pronto rebasado no sólo por una probable eclosión social, sino por la represalia de los poderosos traficantes.
