El uruguayo López pidió al técnico que lo apartase del equipo
Tato López, la estrella uruguaya que triunfa en el Mobilgirgi de Caserta (Italia), ha tenido una actuación más bien gris en el Mundial. Tras el primer encuentro, contra Israel, en el que realizó un precipitado lanzamiento triple a falta de 17 segundos (79-82) y perdió el balón a falta de 10, lo que decidió el partido a favor de los israelíes, López lloró amargamente durante un buen rato. Quiso dejarlo y no jugar más.Sin embargo, contra Australia jugó algunos minutos, pero tampoco lo hizo bien. Finalizado el partido, pidió nuevamente no jugar más, lo que, tras una reunión conjunta de jugador y entrenador, fue aceptado. El miércoles ya no estuvo en el banquillo contra la Unión Soviética. López está abatido. "Aunque físicamente está bien, no está anímicamente preparado ni motivado para jugar, por lo que se ha aceptado su petición, tras una reunión conjunta. No ha sido una sanción... Con independencia de lo que al regreso se decida en la federación uruguaya, pues... es la selección", comentó Víctor Berardi, ayudante del seleccionador Etchamendi.
Por otro lado, Valdemaras Jomicius, el escolta de la selección soviética lesionado el pasado domingo en el partido contra Cuba, se recupera rápidamente de su lesión, y podría ser dado de alta en dos o tres días, por lo que podría jugar en la fase semifinal de Barcelona.
