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Daniel Ortega anuncia que los que apoyen a Reagan tendrán que salir de Nicaragua

El máximo dirigente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha manifestado, que los nicaragüenses que apoyen al presidente norteamericano, Ronald Reagan, tendrán que salir del país. La declaración de Ortega confirma la política de mano de hierro anunciada por los dirigentes sandinistas tras conocerse la aprobación por el Congreso de Estados Unidos de 100 millones de dólares (unos 14.500 millones de pesetas) como ayuda, incluida la militar, a los grupos rebeldes antisandinistas, conocidos como la contra. La primera medida de esta política de firmeza fue el cierre el jueves del diario opositor La Prensa.

El presidente Daniel Ortega dijo en la noche del viernes, al dirigirse a una concentración de seguidores sandinistas en Managua, que "el Gobierno de Estados Unidos prácticamente ha declarado la guerra a Nicaragua" con la concesión de ayuda a los grupos que luchan contra el Gobierno desde la frontera con Honduras.Ortega se preguntó: "En estas circunstancias, ¿es posible para el Gobierno actuar con flexibilidad con quienes no son más que marionetas de la política terrorista, del Gobierno de Estados Unidos aprovechando el pluralismo político de nuestro país?". "El que quiera a Nicaragua que se quede el que quiera a los contras y a Reagan, quienes defiendan a la contra ya Reagan, que se vayan a Miami, que se vayan con Reagan", añadió el presidente nicaragüense, entre las aclamaciones y los cánticos antinorteamericanos de la multitud.

El presidente nicaragüense insistió en que el Gobierno no puede ser tolerante con quienes "en nombre del pluralismo tratan de abrir un frente interno a favor de la política de Reagan".

Lo que nosotros tenemos aquí es una guerra", dijo Ortega, tras recordar que desde que los rebeldes, respaldados por Estados Unidos, iniciaron sus ataques se ha producido la muerte de 16.000 nicaragüenses. "Y la única respuesta a la guerra es la guerra".

Críticas a la Iglesia

Las autoridades sandinistas han acusado eja el pasado a varios de sus opositores políticos, incluidas algunas jerarquías de la Igle sia católica, de trabajar para Reagan y para la contra. Ortega dijo el viernes que el Gobierno "respeta las prácticas religiosas del pueblo, pero no acepta las actitudes políticas de los que ayu dan a los criminales que asesinan al pueblo".

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Daniel Ortega se refirió al díario La Prensa, primer objetivo de la política de endurecimiento del Gobierno, como "el periódico de Reagan". La Prensa es el diario más antiguo de Nicaragua y se destacó por sus ataques contra la dictadura de Somoza. En los últimos años había también criticado duramente al régimen sandinista.

Una declaración emitida por el diario tras recibir la orden de cierre afirma que esta medida supone el inicio de "un capítulo negro en la historia de Nicaragua". Una de las propietarias del periódico, Violeta Chamorro, integrante de la primera Junta de Gobierno que hubo en la revolución nicaragüense, declaró que espera que "algún día cercano, otra vez, La Prensa volverá a salir en libertad junto a Nicaragua".

En el discurso ante la concen tración sandinista -una marcha que duró toda la noche, encabezada por los comandantes Luis Carrión y Carlos Núñez-, Ortega condicionó la reapertura de La Prensa al cese de los ataques contra su país y dijo que si Estados Unidos "le tiene tanto amor" al diario, si "quiere tener un vocero aquí", que cese la agresión contra Nicaragua.

El presidente Ortega advirtió también que los nicaragüenses sabrán defenderse de un eventual ataque de Estados Unidos. "No queremos matar a jóvenes norteamericanos", dijo, "pero si vienen, se van a morir: como cayó la Guardia Nacional somo cista, así caerá la intervención imperialista".

El Tribunal Internacional de La Haya condenó el viernes a Estados Unidos por su respaldo a la agresión militar de la contra y fijó una indemnización de 52.500 millones de pesetas, que deberá pagar la Administración norteamericana por esa intervención. El máximo dirigente sandinista calificó esta sentencia como "de gran importancia para los países del Tercer Mundo y América Latina. Es una victoria para el pueblo nicaragüense". "Con esta sentencia", añadió, "el Gobierno norteamericano se ha convertido en un Gobierno fuera de la ley, un Gobierno criminal".

El vicepresidente nicaragüense, Sergio Ramírez, que participa en Guatemala en un encuentro de dos días con sus homólogos del área para sentar las bases de un futuro Parlamento centroamericano, dijo que Estados Unidos trata de reactivar el Consejo de Defensa Centroamericano (Condeca) como "un instrumento de agresión contra Nicaragua", articulado con la ayuda aprobada para la contra.

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