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Los procesados en el caso afirman que Ruiz-Mateos firmó letras tras la expropiación de Rumasa, pero con fecha anterior a ésta

El inspector de policía Juan José Medina y los empresarios Moisés Domínguez y Rafael Oños Caro -procesados en el sumario 80/83 que instruye la Sala Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid- han asegurado en sus declaraciones al juez que José María Ruiz-Mateos firmó tres letras, por valor de 21 millones de pesetas, después de la expropiación de Rumasa, pero con fecha anterior a ésta, de forma que el Estado se hizo cargo del pago del dinero, que fue cobrado por Oños Caro en el Banco del Noroeste. El pago fue autorizado por el entonces director general del Patrimonio, Javier Moral, con el fin de investigar el proceso que supuestamente seguía Ruiz-Mateos para defraudar al Estado en compras de empresas después de la expropiación. En el sumario se incluye un informe pericial de la Dirección General de la Policía, de fecha 7 do noviembre de 1983, donde se asegura que la firma de Ruiz-Mateos quo aparece en las letras es auténtica.

En el sumario, abierto por la desaparición de aceite del Servicio Nacional de Productos Agrarios (SENPA), se encuentran procesados los tres mencionados por malversación de fondos y estafa. En la instrucción del sumario se tuvo conocimiento de estas irregularidades y se pidió el procesamiento del director del SENPA, Patrimonio y de un alto cargo de Aduanas. El Supremo denegó el procesamiento de los altos cargos; las defensas piensan recurrir el auto de este tribunal.Medina declara al juez que el 24 de febrero de 1983 el jefe de la Brigada Interior, Mariano Baniandrés, le encargó la investigación de Rumasa y conoció a Domínguez en marzo o abril a través de un confidente llamado Antonio, quien le dijo que tenía cosas interesantes. En la primera entrevista con Domínguez "estuvieron hablando del fraude del alcohol, manifestándole Domínguez que tenía datos sobre el fraude". Medina afirma que un alto cargo de Aduanas, apellidado Herrera, disponía de multas contra Domínguez por valor de seis millones, que no le cobraba "porque supone el declarante que era un buen confidente".

El inspector se desplazó el 13 de junio a Sevilla, donde tuvo lugar una reunión en el hotel Alfonso XIII entre él, Oños Caro, Domínguez y Núñez, este último empresario de alcoholes y relacionado con Ruiz-Mateos. "El motivo de la reunión", según la declaración de Medina, "era que Oños Caro, que actuaba como representante de Ruiz-Mateos, quería comprar alguna empresa y estaba interesado por Skill, SA". [Skill era propiedad de Domínguez.]

Medina afirma al juez que "la empresa se compraría por 40 o 50 millones de pesetas, que cobraría Domínguez por letras por un total de 700 millones, y la diferencia sería para Ruiz-Mateos, ya que este dinero iba a ser pagado con cargo a las empresas expropiadas". "Oños Caro", añade, "manifestó la posibilidad de hacerse con letras de cambio numeradas con antelación a la expropiación de Rumasa y dio a entender que conocía a un funcionario de la Casa de la Moneda y a un notario de Barcelona que estaría dispuesto a formalizar el contrato con fecha anterior al 23 de febrero".

Medina afirma que preparó un informe con todos los datos que entregó a la Brigada Interior, ignorando el destino del mismo, donde se contenía además que "Ruiz-Mateos iba a comprar una empresa que tuviera relación con el SENPA para poder defraudar al Estado del orden de 7.000 u 8.000 millones de pesetas, que era lo que se calculaba que podía conseguir".

El día 27 de junio informó de todo ello a Javier Moral, quien le propuso que siguiera las investigaciones, y detectó que "Oños Caro estuvo en Madrid el 20-21 para investigar la empresa Skill, SA, investigando en el Registro de la Propiedad, aportando fotocopia del billete de avión. Que posteriormente Oños Caro fue a Londres y trajo tres letras de cambio aceptadas por Ruiz-Mateos sin rellenar los datos de las mismas, encargándose el declarante, según las indicaciones de Oños, de rellenarlas por un total de 21 millones, figurando como librador el señor Oños y como librado Rumasa. Medina dice que "supo por Oños el interés que tenía Ruiz-Mateos en que las letras se cobraran el 27 de julio, por ser la festividad de la Virgen del Perpetuo Socorro.

Baniandrés y Medina hablaron con Moral sobre la conveniencia o no de pagar las letras, a lo que Medina dijo que deberían ser pagadas, ya que el dinero iba a ser utilizado en la compra de nuevos efectos cambiarios y así se completaría toda la investigación. Medina declara ante al juez que Moral "se puso en contacto con el presidente del Gobierno, quien a su vez se puso en contacto con el ministro del Interior, y producto de ello fue el cese de Baniandrés y suyo". Días después informó al nuevo jefe de la Brigada Interior, Alberto Elías, de todos los detalles del caso, y supo posteriormente que Elías autorizó el pago de las letras, y desconoce el final de la investigación al ser apartado de ese puesto.

Rafael Oños reconoce que participó en la reunión de Sevilla que "se llevó a cabo por iniciativa de Núñez Naranjo, que había hablado con Ruiz-Mateos y cree que su participación fue sugerida por Ruiz-Mateos a Núñez, quien debería estudiar la propuesta y trasladarla a Ruiz-Mateos". Oflos dice "que nunca habló de cifras, excepto cuando Domínguez alude a venderla por 700 millones como precio ficticio y 70 como real. Entonces es cuando el declarante dice que serían capaces de venderl por 40 millones, pero de forma in formal. Que la diferencia entre el precio real y el ficticio era una can tidad que Domínguez y su acom pañante ofrecían a Rumasa con el objeto de compensar a Rumasa de la compra de Skill".

Oños afirma que "posteriormente habló con Ruiz-Mateos, manifestándole sus dudas sobre la operación, y que éste le dijo que firmaría las letras y las pagaría Rumasa". Añade que debía "percibir dinero de esos 21 millones por deudas que había contraído Ruiz

Mateos con éste, derivado de la venta de la compra de La Cartuja de Sevilla". Oños niega que hablara de letras anteriores al 23 de febrero y sobre un notario de Barcelona, y añade que en mayo estuvo en Londres con Ruiz-Mateos discutiendo la compra de Skill.

Oños dice que, de los 21 millones, "Domínguez se quedó con 17 y el resto, el declarante". Oños y Domínguez se trasladaron a Londres, donde se entrevistaron con Ruíz-Mateos en el hotel Carlton. Anteriormente, Oños había llamado a Ruiz-Mateos diciéndole que habían cobrado las letras, y manifestándole éste su alegría". Durante la estancia en Londres, RuizMateos se enfadó con Oños por el reparto del dinero; le llamo "ladrón" y le dijo que iba a declarar al juez Lerga que él no había firmado las letras.

Oños reconoce que las letras las firmó Ruiz-Mateos durante su primer viaje a Londres, y recibió instrucciones de éste sobre el modo de rellenarlas. Oños precisa que en diciembre de 1982 Ruiz-Mateos le dijo: "Tendrás los Reyes, pero los cobrarás el día de la Patrona. Rafael Oños Caro finaliza diciendo que "es consciente de que las letras se hacían en el momento en que Ruiz-Mateos había sido expropiado de la titularidad de Rumasa".

Por su parte, Moisés Domínguez afirma que "Medina le expuso la idea de tender una trampa a Ruiz-Mateos, manifestándole que el plan estaba respaldado por el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. El plan consistía en vender una empresa a Ruiz-Mateos, la empresa del dicente, con un contrato que figuraría con fecha anterior a la expropiación. Por todo ello, el dicente se trasladó a Londres en el mes de abril, para lo cual contactá con Núñez, de Alcoholes Núñez. Le ofreció la venta de su empresa, a lo que Ruiz-Mateos accede porque tiene interés en aumentar el activo".

Domínguez afirma que 'acuerdan que el contrato se hiciera con fecha anterior a la expropiación de Rumasa. Ruiz-Mateos le manifestó que no había ningún problema, puesto que había un notario de Barcelona que hacía ese contrato en escritura pública. Ruiz-Mateos le dijo al dicente que hiciera una valoración superior a la real y le pidió la documentación de la empresa y acordó que se pagarían las letras". El empresario añade que "el pago se iba a hacer con letras, y se hace una prueba anterior con vencimiento en el mes de mayo y fecha de expedición anterior a la expropiación, que importaba la suma de 21 millones de pesetas". Domínguez afirma que el dinero fue cobrado por Oños, y el primero hace "un tercer viaje a Londres para perfilar la operación con Ruiz-Mateos".

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