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Agnelli se queja de que España haya dado a Volkswagen las ayudas que negó a Fiat

Juan Arias

"Nuestro interés por España es enorme, porque desde que ha entrado en la Comunidad Europea se han duplicado los valores en la bolsa y se han triplicado los valores inmobiliarios", manifestó Gianni Agnelli, el abogado, respondiendo a una pregunta de EL PAÍS durante la conferencia de prensa que tuvo lugar el martes en Turín, en presencia de más de 200 periodistas italianos y extranjeros, invitados personalmente por Fiat.

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"No escondo mi disgusto por no haber obtenido en España lo que el Gobierno ha concedido después a Volkswagen", aseguró el presidente de Fiat, Giovanni Agnelli. "España es un país que se acerca a una integración importante con las economías más avanzadas. De ahí nuestra voluntad de estar muy atentos al mercado español. Nuestra presencia hoy en España asciende a mil millones de dólares de ventas anuales".A los corresponsales extranjeros invitados por Agnelli los había conducido a Turín, desde el aeropuerto militar de Ciampino, de Roma, un avión especial. Sin billetes. Todo impecable. En el centro histórico de Fiat en Turín, Agnelli estaba terminando la asamblea general anual, ante 500 accionistas del grupo. Los periodistas fueron recibidos por las azafatas Fiat con copas de champán. El abogado, el rey de Fiat, el invisible, que concede sólo una conferencia de prensa al año, estaba allí, aunque era imposible acercarse físicamente a él. Sólo se le podía ver y oír a través de la pantalla gigante de un circuito cerrado de televisión. Respondía en aquel momento a las preguntas de los accionistas, como un cardenal puede responder a un sacristán impertinente. Poderoso y seguro de sí mismo y de su triunfo; como alguien consciente de que su familia, la familia Agnelli, es la 51 más rica e importante del mundo.

A las 12.00 horas llegó el abogado en carne y hueso. Docenas de cámaras de televisión se apoderaron de su imagen. Elegantísimo, como siempre, en gris, look Valentino, corbata granate con puntos blancos. Y su pelo de lana color plata. Bronceadísimo. Las periodistas comentan que no es de lámpara, sino de la barca donde el abogado disfruta del sol desnudo. Con la Prensa parecía un Agnelli distinto al de los accionistas. Si con éstos había derrochado fiereza y orgullo, con los periodistas de deshizo en cortesía salpicada de humor: "usted me enseña; usted querrá haber dicho; por favor quiero ver su cara además de escuchar su voz; no existen preguntas indiscretas, sino respuestas torpes...".

El peligro libio

Cuarenta segundos de introducción: "Hasta ahora", aseguró, "he estado con los soberanos del grupo. Ahora estoy con ustedes, los soberanos de la opinión pública". Y empezó el tiroteo de preguntas. Los temas más tratados fueron la presencia de los libios en Fiat, el posible acuerdo Ford-Alfa Romeo y la expansión de Fiat en Europa y América Latina.Subrayando la buena salud de la que goza hoy Fiat, el abogado explicó que aquella misma mañana había sucedido algo inédito en la historia del grupo: "en el breve espacio de mi encuentro con los accionistas, las acciones Fiat han subido en la Bolsa un 7%".

El control de un 15% del capital social de Fiat por parte del Gobierno libio pesa en este momento a a sociedad italiana, pero Agnelli tocó el tema con guantes blancos. Dijo que Fiat está dispuesto a comprar la participación de los libios, pero que "no puede forzar a nadie". Que si los libios tuvieron confianza en Fiat en tiempos peores, es normal que la tengan ahora que está en plena gloria. Criticó la acción militar de USA en Trípoli, comentando: "si lo que pretendían era acabar con el régimen de Gadaffi, lo que han conseguido ha sido empeorar las cosas".

¿Si usted pudiera libremente deshacerse de la presencia libia, sin contrapartidas, lo haría?, preguntó EL PAÍS. La respuesta de Agnelli fue muy sibilina: "creo", dijo, "que lo que usted quiere preguntar no es quién es el socio bueno o el malo, sino cuál es el socio ideal. Pues bien: para nosotros el mejor socio es el que nos abre más mercados y nos ofrece una tecnología más avanzada".

Sobre el posible acuerdo Ford-Alfa Romeo, Agnelli dio a entender que no cree que llegue a producirse. Afirmó que Fiat siempre había querido hacerse cargo de Alfa. Y por los elogios que hizo a la estabilidad del Gobierno Craxi, la impresión es que Fiat está esperando que fracase el acuerdo con Ford para encargarse del asunto, quizá comprando Alfa Romeo al precio simbólico de una lira.

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