"Ya no toreo por dinero", dice el Niño de la Capea
E. M., Pedro Moya, Niño de la Capea, que hoy hace su primer paseíllo en el ciclo isidril de este año, afirma que ya no es el asunto económico el que le mantiene en los ruedos: "He cambiado en muchos aspectos, como persona y como matador", dice; "tal vez el más importante sea el de que ya no toreo por dinero". Otros cambios son el saber por qué se arrima tanto a los toros, el que los nervios no le traicionan y el gustarse a sí mismo en sus faenas.
"La edad te hace conformar definitivamente tu personalidad y que tus actuaciones sean reflejo de tu estado interior", señala el Niño de la Capea; "debido a esto, en cierto modo te olvidas del público y actúas sólo para tu deleite personal".
Pedro Moya coloca la raya de separación entre sus antigua forma de lidiar, acelerada y violenta, rica en zapatillazos, y la actual en su temporada americana del invierno de 1984: "Los enormes triunfos que obtuve, sobre todo en México, fueron la señal del cambio", comenta; "me vi diferente, pleno, y decidí continuar así. He acertado".
La televisión, otro aliciente
La presencia de las cámaras de televisión esta tarde en Las Ventas es otro aliciente para el Niño de la Capea: "Al estar tan seguro de mí mismo, a tope -como ahora dicen los posmodernos-, el que se televise la corrida es un aliciente más".
Lo mismo piensa su compañero de terna, Ortega Cano, que asume las críticas por su mala actuación en Las Ventas el pasado día 13. "Me gusta que se televise esta corrida, pues mi moral ha subido desde entonces", dice, "y más tras hacer el lunes 20, en Nimes, la mejor faena de mi vida, aunque la malogré con la espada. Cómo estaría, que corté una oreja después de pinchar cinco veces, lo que en cualquier sitio impide obtener trofeos, pero más en Francia, cuyos aficionados calibran mucho este aspecto".
La ganadería que se lidia, de Baltasar Ibán, es muy del agrado del torero de Cartagena, que recuerda haber obtenido buenos triunfos con estos toros. "Además, me gustan para banderillas", afirma, "y si no hay novedades, haré esta suerte".
Completa el cartel el diestro de Madridejos José Antonio Carretero, que tomará la alternativa, y que abrirá y cerrará plaza por este motivo. Carretero, otro alumno de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, obtuvo como novillero importantes triunfos la pasada temporada, que refrendó en Las Ventas.
Desde su pueblo se ha organizado un masivo desplazamiento de casi 1.000 personas, la mayoría del mismo tendido, para que sus gritos de ánimo le lleguen mejor al paisano.
La manifestación antitaurina convocada para ayer en Madrid pasé prácticamente desapercibida en la plaza de Las Ventas, a donde llegó momentos antes de comenzar el festejo. Allí unos 206 manifestantes -según Europa Press- corearon gritos contra la fiesta, entre la indiferencia de los aficionados, sólo preocupados por alcanzar su localidad. Minutos después se disolvió la manifestación.
