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Tribuna:
Tribuna
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El taxi no esta libre

Entre los problemas que. existen en el sector del taxi, el articulista resalta el de las licencias, que fueron, en su origen, concesiones administrativas gratuitas para agradecer servicios prestados en el anterior régimen, ahora convertidas en fuente de especulación. Denuncia también el excesivo número de pluriempleados a los que, en su opinión, habría que aplicar la incompatibilidad. Y explica las alternativas de los asalariados para rentabilizar el trabajo.

Si empezamos por enumerar las múltiples facetas que intervienen en el actual estado de cosas, podemos observar favoritismo del anterior sistema político, altos índices de pluriempleo, contratación de forma vergonzante de la mano de obra, ocultación de datos económicos, fraude fiscal, especulación consentida; en definitiva, una economía sumergida que, fuertemente hermanada con el individualismo y la insolidaridad, ha llevado al sector del taxi progresivamente a posturas del más absurdo y reaccionario conservadurismo.Tomando como punto de partida el tema de las licencias, que muchas veces fueron en su origen concesiones administrativas gratuitas para agradecer' servicios prestados al anterior régimen o por amiguismos o cacicadas de los alcaldes de turno en otros tantos casos, ahora se venden actualmente a varios millones de pesetas: dos, tres, cinco y hasta siete millones se están pagando con toda impunidad por cada una de estas licencias en algún punto de España.

El que una Administración que hace declaraciones de progresismo a los cuatro vientos, y sobre todo en época preelectoral, consienta, ampare, proteja y justifique lo anteriormente expuesto es, cuando menos, preocupante.

Y yo diría que aleccionador, sobre todo para nosotros, los trabajadores asalariados del taxi, muchos de los cuales quizá cayéramos en aquello que la estrategia electoral del PSOE definió como el voto útil y cuyos. resultados en nuestro gremio no pueden ser más desoladores. Un dato que puede ser ejemplarizante: cuando el PSOE ocupó la alcaldía de Madrid, las licencias se vendían a 900.0001 pesetas; actualmente se venden. a 6.000.000 de pesetas aproximadamente.

Pluriempleo de funcionarios

Si cambiamos el tercio y observamos con detenimiento el alto grado de pluriempleo que registra el sector del taxi nos toparemos ipso facto con multitud de funcionarios, tanto de la Administración central como de los entes locales, policías nacionales, guardias civiles, escolta de Su Majestad, empleados del PMM, guardias municipales, bomberos, conductores y empleados de la EMT, que, junto con toda una caterva de pluriempleados de empresas privadas, conforman un grupo de gentes cuya meta en esta vida parece ser tener, con un concepto de la ambición sin límite que les hace acaparar dos puestos- de trabajo, mientras en este país hay personas que por no tener no tienen ni siquiera un trabajo.

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Sin embargo, parece que a estos individuos no les llegará nunca algún - tipo de incompatibilidades -a tenor de lo que se observa-pues cada vez es mayor el porcentaje de pluriempleados en este sector del transporte. Aunque muchos de ellos ya estén infringiendo de hecho el Reglamento Nacional del Taxi, ya que han adquirido las licencias después de la entrada en vigor de dicho, reglamento, lo que les obliga a la dedicación exclusiva de la explotación de la licencia (artículo 17). Pero también en este apartado la inoperancia de los actuales responsables de la Administración actúa como un muro infranqueable, en el cual se estrellan todas nuestras denuncias.

Seguidamente dirigimos nuestra atención a las formas, que no a las normas de contratación de la mano de obra en este gremio, que nos afectan directamente. En el ramo del taxi los pactos de la Moncloa, el AES, el Estatuto de los Trabajadores, el convenio colectivo vigente en el sector, "el cual ya va para seis años sin renovarse, habiéndolo denunciado cinco años consecutivos, y después de haber tenido reuniones con la patronal que no han producido los frutos deseados para los trabajadores debido a las posturas intransigentes y soberbias de los empresarios, argumentando la famosa crisis; además, el citado convenio lo firmó, representando a la parte sindical, Fuerza Nacional del Trabajo, lo que nos dará una idea del progresismo del contenido de sus artículos y cuyo máximo exponente pueden ser esas 760 pesetas de jornal base, que refleja, y que si no fuera por algunos porcentajes sobre la recaudación que se incluyen en las nóminas no alcanzaríamos el salario mínimo interprofesional", y hasta la propia Constitución en estas cuestiones, ni se aplican, ni se piensan aplicar, que es lo más grave, de no tomar cartas en ello los organismos competentes. Pues la frivolidad y el sarcasmo con los que aluden los responsables de las organizaciones patronales a los referidos acuerdos sirven como telón de fondo de toda una serie de irregularidades e incumplimientos de los mismos.

Por lo cual, y en contrapunto, el marco en el que se desarrollan nuestras relaciones laborales es de lo más variopinto. Comenzando por una práctica que se está generalizando, y que supone en muchos casos el requisito imprescindible para poder empezar a trabajar, la firma del finiquito. Posteriormente, viene el tema de que ya casi nadie percibe pagas extraordinarias ni vacaciones, aunque se firmen las nominas preceptivas, lo que es de hecho una imposición más de los patronos titulares de licencias. Para seguir con ese 50% de la cotización a la Seguridad Social que se exige a los conductores que lo paguen, si quieren estar acogidos a ella. A continuación seguimos con el 50% de gastos del taxi, y que también los patronos retraen del sueldo de los conductores asalariados, con lo que también se transige para poder seguir trabajando.

Presión psicológica

A todo lo anteriormente dicho hay que añadir la presión psicológica, forzándonos a hacer recaudaciones elevadas, y las amenazas de que ni siquiera aparezcamos por algún sitio que se parezca en lo más remoto a un sindicato.

Si a todo esto le incrementamos las actuales medidas gubernamentales, tendentes a la flexibilización de plantillas, contratos temporales, a tiempo de prueba y toda una serie de normas que facilitan que este tipo de actuaciones se estén prodigando, nos encontraremos con que el panorama para los asalariados del taxi no puede ser más desolador.

Cualquiera que esté leyendo esto pudiera pensar quizá que lo estoy poniendo todo demasiado dramático, pero llevar 11 años en este oficio y conocer desde dentro todos los problemas me sugiere el expresarme sin ambigüedades y sin dudas, máxime si se considera, además, que nosotros hemos comprobado y constatado que las irregularidades apuntadas también han calado, por desgracia, en personas que continuamente hacen exhibicionismo de progresistas y no tienen el menor rubor en esgrimir el carné de partidos de izquierda, como si fuera una especie de aval, pero cuyo comportamiento personal parece ser que los guía más por los pensamientos del estómago que por los de la cabeza, cuestión que se puede comprobar por cualquiera con un mínimo de objetividad. Soy consciente de que al generalizar en mis argumentos no estoy haciendo verdadera justícia con una desgraciadamente minoría de autónomos del taxi que sí que mantienen posturas coherentes y reconocen que ser titular de una licencia de taxi no supone una patente de corso para caer en egocentrismos trasnochados.

Retornando los argumentos de análisis, le corresponde el turno a los datos económicos. Aquí las organizaciones patronales y de autónomos del sector ya han establecido sus máximas crisis, déficit, ruina, etcétera, y lo malo es que parece que la Administración ha entrado al trapo, en el colmo de la ingenuidad. Desde nuestra perspectiva, nada más lejos de la realidad.

Ni qué decir tiene que la iniciativa por parte de la Concejalía dé Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Madrid, al frente de la cual se encuentra Valentín Medel, convocando una mesa redonda con todas las partes implicadas, pudiera abrir una ventana de luz en un gremio donde reina la oscuridad más absoluta.

Factores que intervienen positivamente en el trabajo y que hacen que a veces le supere la recaudación media por encima de una 30%, el movimiento turístico y hotelero, población flotante, espectáculos culturales y deportivos, calendario de certámenes y exposiciones, conferencias y congresos, la apertura de sala! de juego, bingos y por supuesto, aeropuertos estaciones de ferrocarril y autobuses, hospitales y clínicas, museos, cines, teatros, zonas comerciales peatonales, reparto de paquetería y documentación, al no haber medio de transporte colectivo prácticamente desde las doce de la noche a las seis de la mañana y que convierten al servicio del taxi en el transporte público casi imprescindible para cualquier desplazamiento. Todas las circunstancias descritas y algunas otras, que hacen que a veces en algunas zonas de Madrid a determinadas horas no haya taxis libres, lo que va en perjuicio del usuario y en detrimento de la imagen del propio sector, que ya de por sí es a veces bastante deplorable.

Como toda situación tiene salida, en el gremio del taxi también se pueden abordar las irregularidades desde una perspectiva de ética, solidaridad y coherencia, y pensamos que nuestras alternativas se hallan en esa dirección.

Alternativas

Modificar la actual situación jurídica de las licencias, evitando su venta y comercialización por particulares, pues entendemos que son concesiones administrativas de los entes locales, a los cuales deben retornar a la jubilación del titular.

- Concesión de licencias a todo profesional asalariado con una antigüedad comprobada en la profesión, haciendo hincapié en que sean intransferibles.

- Regular el sistema de trabajo de los coches, las vacaciones y el tiempo de descanso.

Control exhaustivo de la situación laboral y profesional del sector del taxi y sus formas de contratación de la mano de obra.

- Clarificar y controlar las recaudaciones, como medio indispensable para que afloren las cifras reales, el fraude fiscal y la economía sumergida que actualmente se observan.

- Facilitar e incrementar las áreas de prestación conjunta en todos aquellos puntos donde haya una interrelación entre municipios a nivel de población.

- Seguir políticas tarifarias moderadas y coherentes que faciliten y estimulen el incremento de la utilización de este medio de transporte por parte de muchas más personas de las que lo vienen utilizando hasta ahora, tratando de romper los argumentos de las organizaciones patronales, que defienden que éste es un medio de transporte reservado para elites, minorías pudientes o casos de extrema necesidad.

Juan Sánchez es secretario general del taxi de CC OO.

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