Rodríguez de la Borbolla pide que Andalucía reciba más dinero con la nueva financiación
El Consejo de Política Fiscal y Financiera, convocado para el próximo día 24 de abril para examinar y aprobar el nuevo modelo de financiación autonómica elaborado por el Gobierno, se encontrará con la oposición de la Junta de Andalucía a respaldar los criterios de reparto de los alrededor de 65.000 millones de pesetas con que se incrementarán en 1987 las haciendas de las comunidades. En la reunión del pasado día 10 de abril del presidente del Gobierno con los dirigentes autonómicos socialistas, José Rodríguez de la Borbolla manifestó su disconformidad con la posibilidad de asignar a Cataluña la mayor parte de ese incremento y reclamó una mayor dotación para Andalucía, dado su menor nivel de renta.
Según algunas fuentes socialistas, en esa cumbre de presidentes autonómicos del PSOE se informó que el Gobierno catalán recibiría un plus de financiación del orden de 20.000 millones de pesetas (un 30% del total de nuevos recursos) para paliar diversos desajustes originados en las primeras fases de las transferencias. Otras fuentes han cifrado en 32.000 millones (casi el 50% del incremento) lo que pasaría a ser administrado por la Generalitat, de confirmarse lo establecido en los contactos que mantuvieron el vicepresidente Alfonso Guerra y altos dirigentes de la institución catalana.Rodríguez de la Borbolla ya consideraba como un agravio comparativo la diferencia entre 20.000 millones de pesetas para la Generalitat y los 3.500 millones de suplemento de financiación que, en función de ese planteamiento, corresponderían a Andalucía. El proyecto prima los territorios que cuentan con mayor volumen de servicios transferidos, como es el caso de Cataluña y la Comunidad Valenciana. Esta última, según las estimaciones actuales, recibiría cerca de 10.000 millones. Sectores próximos a la Junta de Andalucía consideran que eso se debe, simplemente, a criterios políticos.
El china de precampaña electoral, por la proximidad de las consulta autonómica para el Parlamento andaluz, determina que Rodríguez de la Borbolla convierta -según las mismas fuentes- la cuestión de la financiación autonómica en una de sus principales reivindicaciones, por lo que puede resultar difícil alcanzar un acuerdo antes del 22 de junio.
Ante ello, en medios socialistas catalanes se teme una toma de posición pública del presidente andaluz contra la fórmula en la que señale que beneficia a Cataluña, Valencia y a la autonomía de Madrid (que también se vería primada por el nuevo modelo), antes de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. El encuentro de responsables autonómicos socialistas del día 10 se repetirá el próximo martes para intentar resolver los desacuerdos que existen en la familia socialista.
La solidaridad
En julio de 1985, Rodríguez de la Borbolla solicitó una reunión de todos los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE y de todos los secretarios regionales socialistas, para abordar conjuntamente el problema de la financiación de las autonomías. El jefe del Gobierno andaluz ya no aceptaba entonces ni los planteamientos de la Generalitat ni los del Partit dels Socialistes (PSC-PSOE), y pedía que la nueva fórmula de financiación entrañara "una atribución solidaria a cada comunidad, teniendo en cuenta el nivel mínimo de servicios, extensión territorial, paro y presión fiscal".Este concepto de la solidaridad entre comunidades fue replicado en esas mismas fechas por el PSC, que calificó de "equívoco y demagógico" pedir que se destinase menos gasto per cápita a las zonas de renta alta que a las de renta baja.
Ahora, sobre la nueva fórmula, el PSC, considera que refuerza la suficiencia financiera, sólo un poco la autonomía del gasto y que plantea mejor el principio de solidaridad. Para el PSC, "es desmesurado calificarla tanto de provisional como de definitiva"; se considera "un avance importante ante el enquistamiento existente", porque por primera vez se aplican criterios de proporcionalidad por la población y el nivel de competencias.
