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José María Ruiz-Mateos anuncia que recurrirá el fallo de la Corte de Justicia de Londres sobre la propiedad de la marca Dry Sack

José María Ruiz-Mateos proyecta apelar la sentencia dictada el pasado 26 de marzo en Londres por el tribunal número 17 de los court of law (tribunales de primera instancia), por la que se reconocía la propiedad de la marca Dry Sack a favor de la firma Williams & Humbert, propiedad del Patrimonio del Estado español después de la expropiación del holding de Rumasa, en contra de los deseos de José María Ruiz-Mateos, que pretendía que la justicia británica ratificara los derechos sobre la marca de la sociedad radicada en al isla de Jersey, Canal de la Mancha, W & H Trade Marks Ltd.Tanto la Administración española como Ruiz-Mateos se encuentran a la espera de la publicación de la orden de ejecución de dicha sentencia, que por el momento no se ha producido. Unos -el Estado español- para tratar de ejecutar esa sentencia en todos los países donde está presente Dry Sack, y donde hay pleito en marcha; otros -Ruiz-Mateos-, para apelar "por atropello a los derechos fundamentales de la persona", argumento con el que está dispuesto a llegar hasta el Tribunal de Estrasburgo.

Se espera que la orden de ejecución de esa sentencia se produzca en mayo, una tardanza que no deja de sorprender. "El juez británico se está esmerando al máximo, porque sabe que esa sentencia será mirada y estudiada con lupa y tendrá efectos en otros países", según fuentes de la Administración española. Los perdedores dispondrán de un plazo de 28 días para apelar a partir de la aparición de esa orden, de forma que el juicio de apelación podría verse en octubre próximo. "Se trata de ir alargando los plazos, de dilatar el proceso, que es todo lo que puede hacer Ruiz-Mateos, porque desde el punto de vista legal va a perder todos los procesos que inicie, como ha perdido éste", asegura convencida una fuente de la Administración.

Cambio de abogados

Ruiz-Mateos ha decidido cambiar de bufete de abogados en Londres y ha despedido a la firma Denton Hall Burgin, a la que reprocha un acusado nivel de burocratización, después de pagarle hasta el último penique, según fuentes próximas al empresario jerezano, y ha contratado los servicios de la firma Carter & Co, que de hecho ya defendió los intereses del empresario antes de la expropiación.Por parte de la Administración, las aguas también se mueven. Javier Zulueta, hasta ahora presidente ejecutivo de Williams & Humbert, abandona la nave atraído por los encantos de una importante empresa del sector químico, "cuando ya todo está prácticamente ganado o encarrilado en Williams", porque considera que su tarea ha terminado al frente de la sociedad vinícola. Zulueta ha sido el hombre que ha seguido el día a día del pleito de Londres y el que tiene engrasada la maquinaria legal de la Administración en Estados Unidos, en espera de la actuación que determine la estrategia del abogado de Ruiz-Mateos, Arthur Teele.

La publicación de esa orden de ejecución le supondrá a Ruiz-Mateos problemas adicionales. El empresario jerezano ha sido también condenado al pago de las costas, una suma que superará los 200 millones de pesetas, según algunas fuentes. El argumento del empresario que no dispone de ningún patrimonio para hacer frente a la contingencia puede no ser muy creíble por unos tribunales que ven a Ruiz-Mateos iniciando pleitos por doquier con abogados internacionales.

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