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Magia y Cajamadrid jugarán por la única plaza de permanencia en Primera División.

Las Palmas El Claret Bofill de Las Palmas perdió anoche la categoría en dos segundos de la primera partre del encuentro que disputó ante el Cajamadrid en un pabellón repleto de público. La mayor experiencia y tranquilidad del cuadro madrileño, tan desafortunado a lo largo de la temporada, fue decisiva en esta ocasión. Ahora le queda refrendar esta nueva andadura positiva ante el Magia de Huesca, en la última eliminatoria por la única plaza que permite la permanencia y en la que volverá a tener la desventaja de jugar el posible tercer partido de desempate en cancha del rival.

Anoche, en el pabellón de Tamaraceite, a falta de sólo dos segundos para que se agotasen los primeros 20 de juego, el inexperto Claret cometió una personal acompañada de las airadas protestas de su entrenador, Joaquín Costa, cuando el equipo ganaba por cuatro puntos. Los árbitros pitaron técnica al preparador local, con lo que, con el reloj parado, los de Alcalá de Henares lograron cuatro puntos de tiros libres, además del siguiente saque de banda que fue hábilmente aprovechado por el equipo madrileño al convertir un tiro triple cuando en el reloj del pabellón sonaba la sirena de conclusión del tiempo. El Claret, que se iba al descanso con cuatro puntos de ventaja, se marchó al final con tres abajo: 49-52.

Todo el partideise jugó con gran nerviosismo de los dos equipos porque ambos dilucidaban el descenso. La presión psicológica fue latente en cada segundo. Paradójicamente, el público, que podía haber sido un factor determinante a favor de los locales, se convirtió en una desventaja, pues se vieron demasiado exigidos.

El partido fue igualado por ambas partes, sin bien el Cajamadrid supo imprimir más tranquilidad a sus jugadores, que se mostraron más cohesionados y expertos. Dykema, con un tiro demoledor, fue la gran figura y pieza decisiva en el triunfo visitante.

Descenso del Licor 43

El Magia de Huesca, equipo de Jaime Ventura, joven y aventurero entrenador catalán, afincado ahora en tierras de Aragón, terminó con las ilusiones del Licor 43 de salvar la primera efiminatoria de descenso, según informa Pere Ferreres. Le venció por 82-79, sobre todo, por el bajo rendimiento de los pivots del Licor. Ahí estuvo la base del triunfo local.

Magia de Huesca: 18 faltas personales. Ningún jugador eliminado. Jordi Puig, 7 (2 canastas de 6 intentos); López Rodríguez, 7 (3 de 10); Gibson, 25 (12 de 29); Bryant, 27 (11 de 12); Pagés, 12 (5 de 6) y Alocén, 4 (2 de 3). Licor 43: 19 faltas personales. Eliminado Dillon (m. 39). Costa, 12 (3 de 6); Cuesta, 12 (5 de 11); Dillon, 23 (11 de 15); Freixanet, 3 (2 de 10); Allen, 10 (3 de 11); Tardé, 8 (3 de 4), y Pou, 9 (4 de 6).

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