El Gobierno español garantiza que no se han importado caldos adulterados

El Gobierno español ha garantizado la imposibilidad de que entre en España vino italiano adulterado. Los caldos italianos están muy poco introducidos en España. En 1984 se importó vino por valor de tan sólo 10,7 milllones de pesetas, frente a los 168 millones de las exportaciones españolas del mismo producto a Italia. Según fuentes de la Administración, sucesos de esta naturaleza "harán aún más difícil el acceso de vino italiano al mercado español".Fuentes del Ministerio de Agricultura relacionadas con los servicios de inspección y prevención del fraude han asegurado que "es imposible que en España entre una sola botella de vino italiano adulterado". Según el Ministerio de Sanidad, se han establecido controles sanitarios que "se han efectuado hasta ahora sobre las importaciones y las existencias comercializadas en el interior".

Los controles se realizan "de acuerdo con el riesgo estimado en virtud de las diversas informaciones recibidas, entre las que destacan las procedentes del sistema de la Comunidad Europea para el intercambio rápido de información en el sector de productos alimentarios". Sanidad agrega que las medidas "se han extendido a todos los vinos de procedencia italiana" y hace hincapié en "que no existe constancia de intoxicaciones de personas fuera de Italia".

España importa muy poco caldo transalpino. Según fuentes oficiales italianas en los 10 primeros meses de 1985 las importaciones españolas ascendieron a 7,6 millones de pesetas, y las exportaciones alcanzaron los 153 millones, lo que supone una reducción del valor de las exportaciones vinícolas italianas a España con respecto a las del año anterior. En volumen, según fuentes oficiales españolas, España exportó en 1985 493.000 litros, desglosados en 328.000 de espumosos, 157.000 de jerez y 8.000 de vinos de mesa y calidad, entre los que se encuentra el rioja, una cantidad insignificante, según los exportadores riojanos.

Tanto éstos como la Administración consideran que la presente situación puede beneficiar las exportaciones de rioja, si bien fuentes del Instituto de Fomento a la Exportación indican que sucesos de este tipo provocan una caída momentánea del consumo de vino de cualquier nacionalidad en los países en que no está muy consolidado su consumo.