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CATALUÑA

Doce personas asistieron al funeral del niño muerto de hambre en Manresa

Cristián, el niño de cuatro años que murió de hambre la pasada semana tras permanecer varios días encerrado en una habitación a oscuras, fue enterrado ayer por la mañana en Manresa. Sólo 12 personas asistieron al funeral celebrado en la grandiosa nave central de la basílica de la Seo. La mitad de los asistentes eran periodistas. La soledad que presidió el funeral culmina el cuadro de desolación y miseria que se esconde tras la muerte de este niño, y tras la hospitalización, por desnutrición extrema, de su hermano Daniel, de seis años de edad. El paradero de la madre, Antonia Fernández Jordán, sigue siendo un misterio.

Daniel, rescatado por la Policía Nacional y los bomberos el domingo de Pascua, tras permanecer varios días encerrado en el cuarto piso del número 36 de la calle Santa Llúcia de Manresa, está siendo tratado en el hospital de San Juan de Dios. El tratamiento que se le practica es, según los doctores que le atienden, "en el aspecto físico, igual que a una persona que hubiera permanecido largo tiempo en huelga de hambre, alimentándolo poco a poco, empezando con líquidos proteínicos, para evitar un choque en su aparato digestivo". Daniel, que a sus seis años sólo pesa 12 kilos, sufre distrofia, es decir, crecimiento anómalo por mala nutrición, y se presume que durante los últimos meses ha estado insuficientemente alimentado.En cuanto a Cristian, según la policía, su cuerpo sin vida presentaba una "delgadez extrema", hasta el punto que "escondido bajo una manta, hacía tan poco bulto que nadie podía imaginar que debajo había un cadáver".

En el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Manresa existe un expediente abierto a nombre del matrimonio formado por José Álvarez y Antonia Fernández, aunque aquél no es el padre de los niños. En el mismo consta que en 1984 el matrimonio acudió al Ayuntamiento solicitando ayuda económica para evitar un deshaucio por impago de alquiler. En las entrevistas que mantuvieron con los responsables de servicios sociales manifestaron graves dificultades económicas y parece que llegaron a solicitar que alguien se hiciera cargo de los niños.

En el Ayuntamiento, según el teniente de alcalde de Acción Municipal, Jordi Marsal, "constaba que los niños estaban en una situación problemática, pero en la misma medida que nos consta de muchas familias de Manresa, de forma que ni sumando los esfuerzos municipales y los de Cáritas se llegan a cubrir como quisiéramos".

Tanto la Guardia Urbana como la comisaría de Policía han explicado su actuación, que ha sido objeto de críticas. El sábado, un sargento y un agente de la Guardia Urbana se desplazaron al inmueble, y tras un examen exterior del piso, se fueron sin actuar. Según Manuel Martín, jefe de la Guardia Urbana, "los vecinos nos dijeron el sábado que habían visto al niño en el balcón el día anterior, es decir, el viernes. Los guardias miraron por todos lados, incluso desde la ventana desde la cual los vecinos habían visto al niño, y al no ver y oír nada llegaron a la conclusión, errónea, que si el día anterior allí había un niño, aquel día ya no estaba".

Por otra parte, ha causado extrañeza que la Policía Nacional, cuando entró en el piso para rescatar a Daniel, no advirtiera la presencia de Cristian, que en aquel momento y a tenor del informe forense, ya había fallecido. Según el comisario Valentín Jusdado, "los vecinos nos avisaron de que había un niño llorando, y no dijeron nada de un segundo. Cuando salimos con Daniel a cuestas, los vecinos que estaban presentes tampoco comentaron que tuviera un hermano. Nuestros agentes echaron un vistazo en el piso, pero era difícil ver el cuerpo de Cristián, en una habitación cerrada por fuera, que parecía un trastero y que estaba, como luego se comprobó, con las ventanas cerradas y sin luz eléctrica. Bajo una manta en el suelo, el cuerpo apenas abultaba".

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Ayer por la tarde se seguía sin noticias de la madre, que desde hacía varias semanas vivía sola con los niños. Según varios testimonios, frecuentaba por la noche diversos bares de alterne y, al parecer, recientemente habría comentado a un amigo que estaba en una situación límite y a punto de "hacer una tontería".

El Juzgado de Manresa se mantiene a la espera de conocer oficialmente nuevos datos, especialmente el paradero de la madre. Hasta que no haya concluido la recuperación de Daniel, que recibe asistencia psiquiátrica además de médica, no planteará la cuestión de la guardia y custodia.

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