Polémica en Estepona por la elección de un alcalde del CDS
Manuel Sánchez Bracho, concejal del Centro Democrático y Social (CDS), es el nuevo alcalde de Estepona (Málaga) tras la destitución del socialista Miguel Castro, que perdió una moción de censura el pasado lunes. Sánchez Bracho, maestro de profesión y concejal desde 1974, resultó elegido con los votos de su compañero de grupo y de los concejales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alianza Popular (AP) y el edil independiente, adscrito al CDS, Manuel Martín Simón. El voto de este último fue contabilizado, a pesar de que manifestó que él no había votado al candidato, sino que levantó la mano para pedir la palabra.
Esta situación provocó una airada protesta del Grupo Comunista, que ha presentado una denuncia contra el secretario del Ayuntamiento por presunta actuación ilegal. El Ayuntamiento de Estepona -localidad de 23.000 habitantes- afronta a partir de ahora una nueva etapa dentro de la crisis permanente que vive desde que se constituyó la actual corporación con el socialista Castro al frente. Después de 17 meses sin celebrar plenos, Castro fue obligado por la Audiencia. Territorial de Granada a convocar una sesión extraordinaria, en la que fue destituido al triunfar la moción de censura presentada por los comunistas. Ahora, con la elección del nuevo alcalde, tampoco se recuperará la normalidad, debido a las presuntas irregularidades habidas en este pleno, además de que Sánchez Bracho estará siempre en minoría al no contar con el apoyo real de Martín Simón, quien insiste en que no le ha votado.
A mano alzada
El pleno, con el salón abarrotado de público, comenzó con un turno de intervenciones en el que ninguno de los concejales que hizo uso de la palabra habló de la elección de nuevo alcalde. Antes de presentar las candidaturas, el Grupo Popular pidió un receso de cinco minutos para pensar su voto, y abandonaron el salón los concejales conservadores, socialistas y del Centro Democrático y Social. Permanecieron en la sala los comunistas y Martín Simón.
Reanudado el pleno, cada grupo hizo público el nombre de su candidato y comenzó la votación, a mano alzada, por el comunista, que obtuvo 10 votos favorables, los de su grupo, y 10 en contra (Partido Socialista Obrero Español, Alianza Popular y Centro Democrático y Social), sin que la presidencia preguntara por las abstenciones, que en la práctica fue la de Martín Simón.
La votación para el candidato centrista, Manuel Sánchez Bracho, finalmente proclamado alcalde, originó una fuerte protesta al contabilizar el secretario como voto favorable el de Martín Simón, que insistió a gritos en que él no había votado: "Levanto la mano para pedir la palabra, no para votar", repitió. Sin embargo, el primer teniente de alcalde, el socialista Bartolomé Pérez Madueño, levantó la sesión inmediatamente, al tiempo que pidió al público que firmara que había visto a Martín Simón con la mano lavantada en el momento en que se pedían los votos a favor, lo que así hicieron varias personas.
El candidato comunista y ex alcalde de la localidad por el Partido del Trabajo, Antonio Murcia, manifestó a los periodistas que lo ocurrido responde a "una maniobra del secretario junto con los concejales del Partido Socialista Obrero Español, Alianza Popular y Centro Democrático y Social, al tiempo que se ha cometido un presunto delito de falsedad por el secretario". Murcia anunció que solicitará a la Audiencia Territorial de Granada que se convoque un nuevo pleno.
"La mayor sorpresa"
Por su parte, Martín Simón insistió en que no había votado. "Me he llevado la mayor sorpresa de mi vida y estoy dispuesto a llevar el asunto hasta donde haga falta para que se esclarezca. Cuando me dirigí al secretario", agregó Martín Simón, "para decirle que no había votado afirmativamente, me contestó que él cargaba. con la responsabilidad".
Manuel Sánchez Bracho, recién proclamado alcalde, manifestó a los periodistas que se consideraba "legalmente elegido, lo que ocurre es que Martín Simón ha querido jugar con dos barajas". Sánchez Bracho, natural de Estepona, de 41 años, es maestro, está casado y tiene dos hijos. Era concejal del Ayuntamiento desde 1974; primero, por el tercio de representación familiar; luego, como miembro de la Democracia Cristiana Andaluza, y desde las últimas elecciones municipales, por el Centro Democrático y Social.
