Dinamarca, Italia y Grecia firman en La Haya el Acta Única Europea
Los ministros de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Italia y Grecia procedieron anoche en La Haya a la firma del Acta Unica Europea, texto de la reforma de la Comunidad Europea (CE), que ya habían suscrito lo otros nueve países comunitarios. El resultado del referéndum danés ha sido recibido con amplia satisfacción y un sentimiento de alivio en la CE, que evita así una crisis institucional.
El embajador español en la CE, Carlos Westendorp, consideró ayer que "Dinamarca ha votado en función de su interés y no de su entusiasmo", lo que "puede hacer pensar también en España". "El fermento social danés con la Comunidad es parecido", explicó, "mutatis mutandi a lo que pasa en España con la Alianza Atlántica". Los daneses no tienen reticencias frente a la OTAN, pero sí frente a la CE, y "en España es lo mismo, pero al revés".El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, se felicitó del resultado del referéndum danés, "que ha dado lugar a un debate en profundidad sobre el porvenir de la Comunidad Europea". Delors expresó su "confianza en que la nueva etapa en la evolución de la Comunidad, posible gracias a las modificaciones del Tratado [de Roma], se revelara favorable a los intereses del pueblo danés", y confió en que la ratificación del texto en los Parlamentos de los doce comenzará en breve y concluirá rápidamente para permitir "poner en marcha estos nuevos medios y reforzar así la Comunidad".
A la firma, celebrada ayer a las siete de la tarde, en los locales del Ministerio de Asuntos Exteriores holandés, país que ejerce la presidencia de turno del Consejo comunitario, acudieron el ministro holandés Hans van der Broek, el italiano Giulio Andreotti, el danés Uffe Ellemann-Jensen y el griego Karolos Papulias. Grecia había querido esperar a firmar con Dinamarca para no presionar sobre el resultado del referéndum. Italia esperaba para firmar a que la reforma -que en su opinión se queda corta- estuviese garantizada.
Van der Broek, tras firmar, al final de la breve ceremonia, una carta en la que se dejaba constancia de que el acto había sido realizado, tomó la palabra para expresar su satisfacción por los resultados del referendum danés.
Andreotti, señaló, en cambio, durante el, mismo acto de la firma, que "el Acta única Europea constituye una respuesta parcial e insatisfactoria, a la exigencia de un progreso sustancial". La CE ha perdido la oportunidad de "dar un salto cualitativo efectivo". Para Italia, el Parlamento Europeo no logra un auténtico poder de codecisión con el Consejo de Ministros, y la ampliación del recurso a las decisiones por mayoría. deja bajo la batuta de la unanimidad sectores sumamente importantes. Italia pide que se examine la situación en 1988 y que se sensibilice a los ciudadanos de la CE sobre los problemas de la Unión Europea.
El ministro italiano expresó, además, sil contrariedad porque la reforma no hace referencia a la acción común en materia de terrorismo, sanidad y cultura.
La reforma aún debe ser ratificada por los Parlamentos para que pueda entrar en vigor. La idea de la presidencia holandesa era ponerla en práctica incluso antes de esa firma. Esta sugerencia "no tiene mucho sentido", declaró el español Carlos Westendorp, "pues implicaría sustraerse a la decisión de los Parlamentos nacionales antes de la ratificación".
