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FIN DE UNA DICTADURA

Aquino hace una llamada a la reconciliación e incluye en su Gobierno a varios colaboradores de Marcos

Corazón Aquino hizo ayer un llamamiento a la reconciliación nacional de los filipinos, para "curar cuanto antes las heridas" que dejó la dictadura de Ferdinand Marcos. La presidenta anunció la composición de su Gobierno, en el que figuran varias personalidades que colaboraron y ocuparon puestos importantes con Marcos. De ahí probablemente la insistencia de Cory Aquino sobre el sentimiento de reconciliación que quiere inspirar a su mandato. Su Gabinete no incluye, al menos en su primera fila, a gentes de la izquierda, a pesar del tono revolucionario que adquirió la última fase de lucha anti-Marcos, definida como poder popular.

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En el nuevo Gobierno filipino, el vicepresidente, Salvador Laurel, acumulará los puestos de primer ministro y ministro de Relaciones Exteriores. La atribución de la jefatura del Gobierno a una persona distinta de la presidenta supone el restablecimiento de la situación existente antes de 1972, cuando Marcos decretó la ley marcial y asumió el cargo de jefe de Gobierno.La reconciliación que busca Cory Aquino quedó ayer reflejada en su entrevista con el que fue jefe de Gobierno y ministro de Finanzas con Marcos, César Virata, a fin "de lograr una transición rápida y eficaz", dijo Aquino.

El Gobierno, en el que abundan hombres formados en colegios de jesuitas, tendrá como portavoz presidencial a René Sagisar, un abogado educado en Harvard que defendió muchas causas perdidas sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura de Marcos. Pero también figuran hombres de la Administración de Marcos, como Juan Ponce Enrile, que continúa en la cartera de Defensa, o el presidente del Banco Central, José Fernández.

Integran el Gobierno de Aquino otras personalidades de lo que fue el mundo de la oposición a Marcos, finalmente expulsado de su palacio de Malacañang y de Filipinas por la presión popular originada tras la sublevación de Ponce Enrile y el general Fidel Ramos.

Jaime Ongping, uno de los más tenaces adversarios de Marcos y brillante hombre de negocios, ocupará el Ministerio de Finanzas; José Concepción, otro hombre de negocios, popular por haber dirigido la Asociación de Ciudadanos para unas Elecciones Libres (Namfrel), organismo clave que pudo contabilizar, independientemente, los votos de la pasada elección presidencial del 7 de febrero, se encarga del Ministerio de Comercio.

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Ramón Mitra, otro veterano en la lucha contra la dictadura de Marcos, se responsabilizará del Ministerio de Agricultura, mientras Jovito Salonga formará la comisión presidencial encargada de la dificil tarea de orquestar la transición entre lo que fue el régimen de Marcos y las nuevas estructuras democráticas del Gobierno de la presidenta Cory Aquino.

Garantía sobre las bases

Aquino, en su primera conferencia de Prensa como presidenta, dijo que no pedirá la extradicción de Marcos, dejó abierta la puerta a un eventual regreso del dictador en un futuro, y aseguró que las medidas más urgentes de su Administración serían para ayudar a las clases menos favorecidas del país. La presidenta prometió respetar el tratado con Estados Unidos sobre las dos superbases de Subic Bay y Clark, tratado que expira en 1991. "Para después de esa fecha, ya veremos, puede haber varias opciones", dijo.Cory Aquino afirmó que, de momento, no pensaba reconocer al Partido Comunista Filipino -cuyo brazo armado forma la guerrilla del Nuevo Ejército Popular (NPA)-, ni tampoco liberar inmediatamente a los presos políticos encarcelados por Marcos.

"¿Quizá Ponce Enrile puede saber cuántos hay?", preguntó un periodista, a través de las cuestiones escritas que previamente habían sido entregadas al portavoz del nuevo Gobierno.

Enrile, confirmado como ministro de Defensa y hombre del sistema de Marcos durante casi 20 años, esquivó la pregunta. Al terminar la conferencia de prensa había una pancarta en la calle solicitando la liberación de 500 presos encarcelados por Marcos por asuntos políticos.

[El vicepresidente y primer ministro, Salvador Laurel, en declaraciones a la cadena de televisión norteamericana NBC, dijo ayer que el nuevo Gobierno concedería una amnistía "a todos los filipinos", incluidos los rebeldes de la guerrilla comunista del NPA, y añadió que esperaba que la mayoría de estos dejarían las armas, según informa la agencia Reuter desde Washington.]

"Me hubiera gustado dar esta conferencia de prensa en Malacañang, pero no hemos podido todavía hacer los traslados necesarios", dijo Aquino. ¿Vivirá en el palacio presidencial que fue bunker lujoso de los Marcos? "Lo utilizaré, naturalmente, cómo lugar de trabajo, pero no deseo vivir ostentosamente mientras hay tantos problemas de pobreza por resolver", respondió la presidenta.

¿Piensa reabrir la investigación sobre el asesinato político de su esposo? "Es un tema que tocará decidir a la comisión que dirigirá Salonga", respondió Cory Aquino, evitando compromisos públicos inmediatos en un escándalo en el que, probablemente, las responsabilidades alcanzan incluso a las fuerzas armadas, que dirigía, con Marcos, el poderoso general Fabián Ver.

Tampoco mantendrá el programa de elecciones municipales y regionales, inicialmente previstas por el régimen de Marcos para el próximo mes de mayo.

Enrile y Ramos, dos hombres vinculados al régimen de Marcos, ¿son hoy dos líderes populares, que pueden hacer sombra a la autoridad de la nueva presidenta? "La victoria ha sido una victoria del pueblo, y desde el primer momento me adherí a la sublevación de Enrile y Ramos en favor de la democracia", respondió Cory Aquino, de cuya capacidad, autoridad e independencia para maniobrar en unas aguas tan tumultuosas como las que ofrece la reconstrucción de la sociedad filipina -inmersa en una grave situación económica, una pobreza crónica y una amenazante guerrilla, dejadas por la herencia de 20 años de dictadura- dudan algunos críticos.

Para disipar algunas de estas inquietudes, Ponce Enrile informó que cuando, horas antes de que saliera del país, Marcos le propuso la formación de una Junta Militar o un Gobierno provisional, tanto él como el general Fidel Ramos rechazaron la petición de su antiguo jefe, "porque la única legalidad del pueblo está con Aquino, como demostró el voto".

Aquino confirmó haber recibido la felicitación de muchos jefes de Estado o de Gobierno y la visita de varios embajadores.

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