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Concretada la compra del Milán por el magnate de la televisión Berlusconi

El club de fútbol Mílán, de la Primera División italiana, desechó los petrodólares del empresario Dino Armani y pasó a ser propiedad del empresario de la televisión privada Silvio Berlusconi. Despúes de febriles negociaciones se llegó a un acuerdo con Berlusconi, que adquiere el Milán por 2.500 millones de pesetas.Cuando estaba a punto de cumplirse el plazo que tenía el club lombardo (hoy se presentaba un funcionario de justicia para secuestrar libros y cuentas bancarias) para no comparecer ante la opinión pública como una entidad intervenida judicialmente (lo cual significa la pérdida de puntos y el descenso a Segunda División), surgió el dinero del magnate de la televisión.

Berlusconi hizo gala de un oportunismo sin igual, ya que se daba por descontado que el petrolero Dino Armani se haría con el paquete mayoritario de las acciones que pertenecían al ex presidente del club Giuseppe Farina.

La oferta de Armani

Pero el ex vicepresidente Gianni Nardi, preocupado más por la deuda personal que tiene con él la empresa Ismil (de Farina, que posee la mayoría de las acciones del club), desechó la propuesta de Armani, de 7.000 millones de pesetas, argumentado que no existían suficientes garantías bancarias.Berlusconi, aupado por los hinchas que en el campo Giuseppe Meazza corean su nombre, dio carta blanca a su hermano Paolo para que formalizara la propuesta de compra de las acciones, el pago de las deudas y el incremento del capital social del Milán.

El más eufórico con la transacción fue Nardi, que no sólo recuperó su dinero, sino que el patrón de los canales privados de televisión italianos se comprometió a confirmarle como vicepresidente. Los más escépticos con la operación son el apoderado de Farina, Piero della Grana; el presidente accidental, Lo Verde, y el abogado del ex presidente Farina, Alberto Ledda.

Ledda declaró: "Quien ha firmado este acuerdo [con Berlusconi] ha olvidado que todo debe pasar por las manos del juez administrativo, que nosotros hemos solicitado para que investigue la veracidad del estado económico del club y la validez de las acciones vendidas al nuevo comprador".

El acuerdo al que se llegó se basa en tres puntos básicos: disolución de las sociedades satélites; disolución del contrato con el director general, Antonio Cardillo, y cancelación de todas las deudas contraídas por la administración de Farina y anteriores. Ahora, al Milán y a quienes asuman su gestión, les queda una causa abierta en los tribunales por el presidente de la Federación, Federico Sordillo, por irregularidades patrimoniales en perjuicio del club.

El nuevo dueño del club tendrá que hacer frente al pago de sueldos e impuestos y al fichaje del jugador Mark Hateley, que pertenecía al club Portsmouth, de la Segunda División inglesa.

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