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Las principales milicias rivales de Líbano firman un pacto de paz

Los líderes de las tres principales milicias que se enfrentan en la cruenta guerra civil de Líbano firmaron ayer un acuerdo de paz en Damasco, que intenta poner fin a 10 años de guerra civil. El pacto, que propone un nuevo reparto del poder en Líbano, se logró tras meses de difíciles negociaciones, con la mediación de Siria, y deberá enfrentar la oposición de importantes sectores cristianos, que ven disminuida la primacía que han ostentado desde el Pacto Nacional de 1943, y de minorías extremistas, que no han sido consultadas en el proceso.

Mientras la alegría se mezclaba con el escepticismo en las calles de Beirut, la ciudad más beneficiada por la posibilidad de paz, Estados Unidos mostró su cautela, y el Departamento de Estado manifestó, en una declaración oficial, su esperanza en que el pacto contribuya a generar un amplio consenso para restaurar la unidad del país.El acuerdo fue firmado en el despacho del vicepresidente sirio, Abdel Halim Jaddam, por los jefes de las tres principales milicias libanesas: Elie Hobeika, jefe de las fuerzas libanesas (Milicias Cristianas Unificadas); Nabih Berri, líder del movimiento armado shíí Amal, y Walid Jumblat, máximo dirigente del Partido Socialista Progresista (PSP).

En Beirut, el acuerdo formal de paz tuvo una inmediata consecuencia positiva en el inicio de una recuperación, por primera vez en años, de la moneda, mientras el dirigente cristiano Hobeika se declaraba más contento que un recién casado en su noche de bodas". Aunque el acuerdo deberá sortear muchas dificultades para ser un instrumento efectivo de paz, al menos tiene el mérito de constituir un primer pacto formal entre los jefes de los movimientos que detentan el poder efectivo en las calles de Beirut y no entre los miembros de la clase política.

La parte resolutiva del pacto establece la convocatoria a elecciones, en el plazo de un año, para elegir un nuevo Parlamento, en el que, por primera vez, cristianos y musulmanes tendrán una representación paritaria. Este Parlamemento deberá redactar una nueva Constitución con el propósito de eliminar el carácter confesional de esta nación, desgarrada por luchas religiosas.

En los 10 años de guerra civil, éste es el décimo intento de poner fin al conflicto.

Páginas 3, 4 y 5

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