Grau Garriga y sus colegas celebran en Alicante un encuentro de diseño textil
La Trovada de l'Expresió Textil (Encuentro de la Expresión Textil), organizada por el Centro Eusebio Sempere de Arte y Comunicación Visual de la Diputación, se celebra en Alicante durante todo el mes de diciembre. El artista catalán Josep Gran Garriga se ha convertido en el corazón de esta iniciativa, que quiere ser anual y pretende reunir a quienes en la Comunidad Valenciana trabajan en el arte textil.
Josep Grau Garriga está en Alicante a pesar de su lesión en tres vértebras, como consecuencia de una caída fortuita, lo que le obliga a llevar vendado medio cuerpo. La semana pasada dirigió el primero de los dos ambientes previstos, en la concatedral de San Nicolás, y comenzó esta misma semana su trabajo más espectacular tratando de revestir la famosa cara del moro del castillo de Santa Bárbara. Además, presenta una completa muestra de pintura textil en la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros de Alicante y Murcia de esta capital.En la Trovada se han celebrado también mesas redondas y coloquios en los que se ha abordado la concepción actual del textil como expresión plástica y la situación del textil en España y el País Valenciano. Críticos de arte, artistas como Miguel Ángel de Castro y el propio Grau Garriga, junto a profesores universitarios y Danielle Molinari, conservadora del Museo de Arte Moderno de la Villa de París, han participado en ellos.
La Trovada ha permitido conocer a los alicantinos la exposición Recerca textil, que recoge 27 experiencias de pequeño formato y que ha sido cedida por el servicio de artes plásticas de la Generalitat de Cataluña. Además, una veintena de artistas que trabaja en la Comunidad Valenciana expone sus ideas en otra muestra que refleja el esperanzador momento que se vive aquí en el campo de la expresión textil.
El interior de la concatedral de San Nicolás, ubicada en el casco antiguo de la ciudad, ha sido transformado por Grau Garriga con más de 400 metros de tela e mantelería tejida en Alcoy. Pese al conservadurismo del clero alicantino, todo han sido facilidades por su parte para que Grau Garriga llevase a cabo su trabajo en el interior del templo, el cual podrá visitarse durante todo el mes de diciembre que dura el encuentro.
Pero la expectación está centrada en el ambiente que se ha realizado esta semana en el castillo de Santa Bárbara. Para Grau Garriga, la singularidad de la roca que emerge en el centro de la ciudad, junto al mar, es un verdadero reto. El castillo cambiará su fisonomía y grandes telas de más de 300 metros de longitud, de color rojo y verde, enlazarán los muros de la fortaleza militar que corona el monte, con las blancas casas del barrio más antiguo de la ciudad. Ha sido necesario para este revestimiento tejer tela especial, encargar 2.500 metros de yute que se emplean en los trabajos y disponer de un helicóptero para hacer posible la escenografÍa.
