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EL FUTURO DEL MERCADO COMÚN

El artífice de la adhesión

Han bastado 10 años para que Manuel Marín González haya pasado de ser amnistiado, a ser condecorado con la Gran Cruz de Isabel la Católica. De trabajar de liberado para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a ser designado por el mismo partido como comisario ante la Comunidad Económica Europea. Desde su nombramiento, en diciembre de 1982, como secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades Europeas, Manuel Marín se erigió en uno de los principales protagonistas, como negociador vehemente e infatigable, del ingreso de España en la CEE.Manuel Marín se convirtió en las primeras elecciones de 1977 en el diputado más joven (27 años) de la legislatura. Su elección como parlamentario por Ciudad Real coincidió casi con la obtención de la amnistía, junto con sus compañeros del PSOE, el diputado Miguel Ángel Martínez y el senador Rogelio Borrás, implicados en un procedimiento por coacciones, como consecuencia de la ocupación de la antigua casa del pueblo de Ciudad Real, utilizada en esos momentos como sede de la Organización Juvenil Española (OJE).

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Licenciado en Derecho por Madrid, se doctoró en la rama de Comunitario en la ciudad francesa de Nancy. También es diplomado en Altos Estudios Europeos por el Colegio Europeo de Brujas. Su captación para el PSOE y la UGT se produjo en Bruselas y en 1975 se trasladó a Madrid, donde trabajó de liberado en el departamento de Relaciones Industriales, al lado de Luis Yáñez. Ha sido diputado del PSOE por Ciudad Real en las tres legislaturas.

También trabajó con Nicolás Redondo en tareas de reorganización de las federaciones y e miembro de la comisión organizadora del XXVIII Congreso del PSOE, bajo las órdenes de Alfonso Guerra. Desde entonces se ha considerado que Manuel Marín es un hombre de Guerra. Vehemente como el vicepresidente del Gobierno, Marín protagonizó durante las legislaturas de 1977 y 1979 dos enfrentamientos notables.

El primero de ellos lo protagonizó en 1978 al llevar a cabo un ataque furibundo contra el tratado de pesca entre España y Marruecos. En la segunda, con el PSOE acariciando ya La Moncloa, Manuel Marín mantuvo una agria discusión con el entonces ministro de UCD de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-LLorca, sobre la posición de España respecto a la guerra de las Malvinas, que enfrentó a Gran Bretaña y a Argentina.

Menos de dos meses después de la victoria electoral del PSOE en 1982, Manuel Marín fue nombrado secretario de Estado para las Relaciones con la CEE. Desde su nuevo cargo se convirtió en unos de los pilares básicos para el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea. Los foros europeos también conocieron la vehemencia negociadora de este manchego, especializado en llevar sus discusiones hasta el detalle, acompañándolas del ejemplo popular, para que todo quede claro.

Manuel Marín fue uno de los signatarios españoles del tratado de adhesión a la CEE, firmado en un solemne acto en el Palacio Real de Madrid el pasado 12 de junio. Recientemente dejó su cargo en manos de Pedro Solbes, para ocupar próximamente una de las comisarías españolas ante la CEE.

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