_
_
_
_
_
Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La economía española vista por el consumidor

Durante 1984 el índice del sentimiento del consumidor (ISC), índice que mide la evaluación de la economía por parte del consumidor, aumentó ligera pero continuamente a lo largo de las tres mediciones efectuadas. Estos aumentos -dice el autor- suponen una mejoría de seis puntos del índice, y contrastan favorablemente con el descenso paulatino ocurrido durante 1983. Sin embargo, el índice sigue siendo negativo, lo que implica que el consumidor español sigue evaluando la situación negativamente.

Tal y como puede verse en el número extraordinario de Papeles de Economía Española 1985, de los cinco componentes del índice que mide la evaluación de la economía por parte del consumidor son el momento de compra y la situación económica actual del país los componentes más negativos. Las expectativas cara al futuro, tanto a nivel de la economía del país como al de la economía particular, aun siendo negativas, son mejores.La situación económica de los diferentes países de la CEE, reflejada en el índice de confianza del consumidor, es también negativa en 1984 en todos los países que formaban entonces las Comunidades, excepto en Alemania. Especialmente negativo era el índice de Irlanda, Bélgica, Holanda y Francia.

Como contrapartida, de esta situación, en Estados Unidos el ISC ha evolucionado a lo largo de 1984 de un modo extraordinariamente positivo, alcanzando en el segundo trimestre el nivel que sólo se había logrado en 1966, año de prosperidad económica.

La situación europea

La situación española, siempre desde el punto de vista de los consumidores, es muy similar a la existente en las Comunidades Europeas. Así, la evolución del índice de confianza del consumidor de éstas ha sido en los últimos seis años muy similar a la experimentada por el ISC español. Mantenimiento durante 1977 y 1978 en niveles relativamente altos, descenso a partir de mediados de 1978, alcanzando el nivel más bajo a mediados de 1982, ligera recuperación a finales de este año y principios de 1983 y, por último, caída en este año y mantenimiento en 1984.

El comportamiento del ISC norteamericano difiere en que la recuperación del índice empieza a mediados de 1980 y, salvo un ligero bache a finales de 1982, continúa dicha recuperación hasta finales de 1984.

La situación europea no es homogénea, puesto que, como ya se ha dicho, Alemania tiene un índice positivo y España se encuentra dentro del grupo del furgón de cola. Desde el punto de vista del ISC, España se encuentra en un nivel igual de negativo que Bélgica, Francia y Holanda, y ligeramente por encima de Irlanda; desde el punto de vista de otros indicadores como expectativas de ahorro y situación financiera de las economías domésticas, se encuentra también en el furgón de cola, junto con Irlanda, Bélgica, Grecia y Francia, pero con índices claramente más negativos que los correspondientes de estos países.

El tratado de adhesión a las Comunidades ya ha sido firmado en este mes de junio culminando unas negociaciones arduas, lentas y complicadas. Esta lentitud, junto con la situación de crisis que vive la CEE, ha enfriado el entusiasmo inicial español por formar parte de la Comunidad.

Donde sí hay diferencias, entre los países de la vieja Europa de los diez y España es en el entusiasmo con que se acogen. mutuamente. Así, mientras que un 68% de los españoles creía en diciembre de 1984 que la unión con la CEE era positiva, sólo un 48% de los habitantes de la CEE de los diez pensaba que la adhesión de España era positiva, mientras que un 20% opinaba que era negativa, y un 32% pensaba que no era ni buena ni mala. En una palabra, la CEE acoge a España con menor entusiasmo del que ésta siente por la CEE.

La confianza / entusiasmo de España hacia países específicos de la Comunidad no es igual para todos ellos, como tampoco lo es al revés, es decir, de los distintos países miembros hacia España.

El optimismo español

España muestra mayor confianza hacia Alemania y Dinamarca, y la menor confianza hacia Grecia y el Reino Unido, mientras que los habitantes de la Europa de los diez muestran una mayor confianza hacia Dinamarca y Holanda, y una menor confianza hacia Italia, Portugal y España.

En resumen, los españoles queremos pertenecer a Europa, y objetivamente somos claramente parte de Europa. El comportamiento de nuestra economía es más similar al comportamiento de las economías europeas que al de la economía americana, pero dentro de Europa nuestra situación económica es similar a la de los países miembros en peor situación. No es pues extraño que la unión con Europa nos produzca más optimismo del que produce esa misma unión a los europeos.

Francisco Alvira Martín es catedrático de Sociología.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_