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Fugaz saludo público de Dalí desde la Torre Galatea durante un concierto

Salvador Dalí protagonizó ayer en Figueres una breve aparición pública durante un concierto organizado con motivo de la inauguración de las obras de ornamentación de la fachada principal de la Torre Galatea, actual residencia del pintor. El artista fue recibido con fuertes aplausos por las 500 personas congregadas ante el edificio, a las que saludó con la mano desde una de las ventanas. Dalí, en pijama y sentado en una silla de ruedas, apareció acompañado por el alcalde de Figueres, María Lorca.Los asistentes al concierto, organizado por la entidad Moviment Música a l'Abast, dejaron súbitamente de prestar atención al pianista Caries Coll para dirigir sus miradas a una de las ventanas de la Torre Galatea desde la que los colaboradores del pintor hacían señas a los fotógrafos para advertirles de la inmediata presencia del artista. Dalí, que al principio se negó a salir, accedió al fin presionado por Antoni Pítxot y Arturo Caminada, a quienes el alcalde Mariá Lorca había mostrado su disgusto significando que "nos agrada que Dalí tenga atenciones con Madrid pero debe tenerlas también con Figueres".

La aparición del pintor ante los congregados se prolongó por espacio de unos pocos segundos, durante los que fue calurosamente aplaudido. "Se me ha puesto la piel de gallina", comentó una mujer al advertir la sonda nasal en el rostro "demacrado" del pintor. Sin embargo, otras personas aseguraron que el aspecto de Dalí era "bueno, aunque se le nota cansado".

El acto de inauguración de las obras de ornamentación de la fachada principal de la Torre Galatea, con más de 1. 500 pans de crostó, diseñados por el propio Dalí, fue organizado por el Moviment Música a l'Abast, que aprovechó la ocasión para concluir la campafla Elpiano a l'abast que, en los últimos meses, se ha desarrollado en 30 poblaciones del Alt Empordá. Asimismo, fue presentada la nueva campaña Larpa a l'abast que se pondrá en marcha próximamente. Con este motivo Caries Coll, al piano, y Abrigaïl Prat, al arpa, interpretaron la composición de Jordi Codina, Música per a galarina, dedicada al pintor y a su esposa. Antes de iniciarse el concierto, fue inaugurada una exposición de dibujos de Cati Palou.

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