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Una delegación del Soviet Supremo de la URSS, recibida por el presidente del Gobierno

Una delegación del Soviet (Consejo) de las Nacionalidades del Soviet Supremo (Parlamento) de la URSS fue recibida ayer en el palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno español, Felipe González. Un total de 14 diputados integran la delegación, que encabeza el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Soviet de las Nacionalidades, Boris Ponomariov. La visita -básicamente protocolaria- responde a la que hace un año hizo a la URSS una delegación española presidida por el presidente del Senado, José Federico de Carvajal.La delegación llegó el pasado domingo a Madrid y permanecerá en España hasta el próximo lunes. Ponomariov es un influyente dirigente del Partido Comunista de la Unión Soviética -partido único-, que forma parte del secretariado del Comité Central y del Politburó, con categoría en este caso de miembro no titular.

Los miembros de la delegación del Soviet de las Nacionalidades fueron recibidos ayer por el presidente del Senado, y al mediodía, después de ser recibidos en audiencia por Felipe González, almorzaron con el presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba.

Hoy se reunirán, en la Sala Internacional del Congreso de los Diputados, con la Mesa y los portavoces de Asuntos Exteriores de los diversos grupos parlamentanos, y posteriormente serán recibidos por el líder de la oposición, Manuel Fraga. Mañana, la delegación soviética será recibida por el Rey, y se reunirá con la Mesa del Congreso. Posteriormente, los 14 parlamentarios soviéticos viajarán a Valencia y Sevilla, en donde serán recibidos por los alcaldes de ambas ciudades, así como por los presidentes de los parlamentos autonómicos de Andalucía y la Comunidad Valenciana.

Relaciones en un cauce normal

A su llegada a Madrid -en la noche del pasado domingo-, la delegación hizo público un comunicado en el que afirmaba que su visita "es un testimonio más de los cambios positivos acaecidos en las relaciones hispano-soviéticas, que ya han entrado en un cauce normal"."El camino recorrido en nuestras relaciones", proseguía el comunicado, "muestra que la pertenencia a diferentes sistemas sociopolíticos no es un obstáculo para la cooperación recíprocamente beneficiosa, sobre la base del mutuo respeto de la soberanía y de la no injerencia en los asuntos internos de unos y otros". "Nos proponernos", añadía, "desarrollar también en adelante las relaciones entre nuestros países sobre una base sana y estable para que no dependan de oscilaciones de ningún género en la situación internacional".

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