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El PSOE rechaza la propuesta de la derecha de que el Rey nombre a 12 vocales del poder judicial

El Grupo Parlamentario Popular planteó ayer ante el Pleno del Senado que debate el proyecto de ley orgánica del Poder Judicial (LOPJ) la propuesta de que el Rey designe a los 12 vocales judiciales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), hasta ahora elegidos por los propios magistrados, y que en el futuro elegirá el Parlamento, conforme al texto legislativo socialista. El PSOE se opuso a la propuesta, y el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, reprochó a los conservadores su iniciativa de meter al Rey, dijo, "en la brega política".

Al margen del debate, Ledesma negoció con los senadores nacionalistas vascos sobre la competencia autonómica respecto a la administración de Justicia, para lograr el acuerdo global del PNV sobre la LOPJ.La mayoría socialista no aceptó la propuesta del PNV, según la cual las comunidades autónomas, cuando así lo establezcan sus estatutos, "ejercerán en su territorio las facultades que la presente ley reconoce y reserva al Gobierno de la nación en relación con los medios materiales y económicos necesarios para el funcionamiento de la Administración de Justicia". Un texto similar fue planteado por los senadores vascos que ayer negociaron intensamente con los socialistas, a través del ministro de Justicia y del secretario de Estado para las relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero.

La propuesta del Grupo Popular anticipada el pasado día 11 de junio por este periódico, para que se atribuya al Rey la designación de los vocales del CGPJ de procedencia judicial, acaparó ayer el interés político de la sesión. El senador José María Lafuente invocó el poder moderador y arbitral del Rey y recordó que el artículo 56 deja Constitución atribuye al monarca el ejercicio de "las funciones que le atribuyen expresamente la -Constitución y las leyes". Señaló que la LOPJ es la ley adecuada para "brindar a la Corona", dijo, "la posibilidad de ejercer este poder residual".

Narcisismo político

Lafuente argumentó que las Cortes, apoderadas del pueblo español, no pueden autoatribuirse una competencia sobre otro poder del Estado. "Sería un acto de narcisismo político", dijo, "como el apoderado que se queda con las fincas que apodera". El portavoz conservador Juan de Arespacochaga pidió que se suspendiera el debate para estudiar la propuesta, "dada la importancia del tema plateado".Los socialistas se negaron a esta petición y el senador José Luis Rodríguez Pardo se opuso a la propuesta por ser contraria, según dijo, a la configuración de la Corona en la Constitución. Con mayor contundencia, Ledesma se refirió a la "gravedad jurídico-constitucional y política" de la sugerencia. Resaltó que el Grupo Popular trata de atribuir al Rey una competencia reivindicada ante el Tribunal Constitucional por un órgano constitucional del Estado.

Ledesma arrancó aplausos de los escaños socialistas cuando reprochó a los conservadores proponer "meter a su majestad el Rey en un debate político: el de decidir la composición de un órgano de gobierno de un poder del Estado, esto es, meterle en la brega política".

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Más tarde, en los pasillos de la Cámara, Arespacochaga calificó la contestación socialista de "fuera de tono" e "impertinente" y acusó al PSOE del extraño complejo de "descomponerse cada vez que se invocan las posibilídades evidentemente constitucionales de la Corona". El portavoz socialista Juan José Laborda negó la existencia del complejo citado y acusó a su vez a los conservadores de "un profundo desconocimiento de las funciones de la monarquía".

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