El colegio estudia la expulsión de los implicados
La Junta de la Asociación de padres de alumnos del Colegio de los Maristas -uno de los colegios religiosos de élite de la capital alicantina- tiene prevista una reunión para estudiar la expulsión del centro de Javier Ruiz y otros cuatro alumnos que le acompañaban cuando se produjo la refriega en la calle. Algunos compañeros han comentado que Javier Ruiz había llevado la pistola al colegio en otras ocasiones y que era un gran aficionado a las armas.Los familiares de las víctimas viven en uno de los barrios periféricos de la ciudad, en viviendas de condición humilde. Según su abogado nadie les ha comunicado todavía oficialmente y por escrito el fallecimiento de sus hijos.
Antonio Francisco Maza, cumplía 19 años el próximo día 4 de junio. Tenía dos hermanas de 11 y 14 años, y su padre, que trabajaba en la construcción, se encuentra en el paro desde hace unos meses. Andrés Peinado, de 21 años, acabada de licenciarse del Servicio Militar y debía empezar a trabajar el primero de junio como camarero en un restaurante de la playa de San Juan. Su padre, Francisco Peinado, es panadero, y le han quedado dos hijas, Rosa y Pilar, de 18 y 16 años respectivamente, y dos chicos más, Rafael y Francisco de 24 y 27 años. José María Medina era el penúltimo de cinco hermanos y se ganaba la vida vendiendo a domicilio bolsas de plástico para basura, pues su padre se encuentra en el paro hace tiempo.