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GALICIA

Un nuevo centro penitenciario para 350 jóvenes reclusos, inaugurado en Lugo

El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, abogó por unas cárceles que sean escuelas de ciudadanía, "en las que se prepare a los internos para su vuelta a la sociedad", en el acto de inauguración del centro penitenciario para jóvenes reclusos de Galicia -con capacidad para 350 presos- celebrado ayer en el municipio de Monterroso (Lugo). A dicho acto asistieron, entre otros, el delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell- el presidente del Parlamento gallego, Antonio Rosón, y el director general de Instituciones Penitenciarías, Juan José Martínez Zato

En una breve intervención, el ministro recomendó a los funcionarios del centro que presten una especial atención a la política sanitaria para combatir el consumo de drogas, a la de trabajo y educación, "conceptos un poco olvidados en los últimos tiempos", dijo.El centro penitenciario para jóvenes reclusos de toda Galicia se halla enclavado en el monte Vacaloura, del municipio de Monterroso -prácticamente el centro geográfico de Galicia-, sobre una superficie de 120.000 metros cuadrados.

Destinados reclusos penados en edades entre los 16 y 21 años, aunque temporalmente se permitirá el internamiento de los que superan los 25, cuenta con una capacidad de 350 plazas, distribuidas en 14 módulos con celdas individuales, al objeto de acercarse más a la idea de centro familia, en el sentido de conseguir un mayor conocimiento de todos, una mejor clasificación y mayores posibilidades de tratamiento-terapia individualizada y por grupos.

En las obras de construcción se han invertido 1.400 millones de pesetas, aun cuando inicialmente fueron adjudicadas en 900. Al margen de las celdas, consta de servicios generales de enfermería, capilla, centros culturales, pistas deportivas, pabellones centrales y naves, en las que funcionarán los talleres de confección textil, carpintería metálica y de madera y fabricación de balones de fútbol de marca propia. De igual forma, cuenta con una panadería.

Aunque el nuevo centro está considerado como de seguridad media, tiene sofisticados sistemas controlados desde una central, instalada en el interior de la prisión.

La plantilla de funcionarios superará los 200 y el servicio de vigilancia estará a cargo de una dotación de 37 números de la compañía de reserva de la Guardia Civil de León.

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