Un párroco se nego a oficiar los funerales por una mujer separada y asesinada
El párroco titular de la iglesia de Sant Josep de S'Indiotería (barriada popular de las afueras de Palma), conocido entre los vecinos como don Jordi, se negó el pasado jueves a oficiar un funeral por Gloria Segovia Gil, porque consideró "inmoral" hacerlo en favor de una persona que estaba separada "sólo por lo civil, y no por la Iglesia", según los familiares de la difunta. Gloria Segovia falleció el pasado día 16, asesinada en un hotel de la Playa de Palma por el ciudadano francés Jean Klein, que posteriormente se suicidó lanzándose al mar desde unos acantilados.
La propia familia de Gloria Segovia, de 42 años de edad, natural de Granada y residente en la capital balear, donde hace poco más de un año se había separado de su marido fue la que puso en conocimiento de la prensa local la injustificable actitud de don Jordi: "Nos dijo que ella no estaba separada por la Iglesia y que no podía oficiar el funeral". "Es una vergüenza. Es totalmente inhumano que alguien se niegue a sacramentar en honor de nuestra pobre madre. Ya de por sí lo ocurrido nos ha transtornado completamente, y ahora esto nos ha acabado de destrozar...".
Estos comentarios fueron hechos por las tres hijas de la difunta, una de ellas casada y las otras dos solteras y domiciliadas en la misma casa de la madre, en la barriada de S'Indiotería, donde Gloria Segovia tenía montada una peluquería. Ante la negativa del sacerdote, que estos dos días ha estado ilocalizable con excusas dadas en su domicilio como "se ha ido de excursión. No sabemos cuándo va a volver...", la familia de Gloria Segovia logró que en la parroquia del Beato Ramón Llull, sin ningún problema esta vez, se celebrasen los oficios religiosos por la mujer.
