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El Banco de España intenta cumplir los objetivos previstos de crecimiento de las magnitudes monetarias

El Banco de España ha vuelto a subir el precio del dinero que ofrece a bancos y cajas de ahorro, hasta situarlo en el 12,750% después de que la subida decidida a finales del mes de marzo no supusiera un descenso claro en la cantidad de dinero solicitado por las entidades financieras. El aumento decidido por el banco emisor se interpreta como un paso más para convencer a propios y extraños de que los objetivos de crecimiento de las magnitudes monetarias se van a cumplir como condición indispensable para que la inflación acabe el año muy cerca del 7% fijado por el Gobierno.

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Las autoridades monetarias del Banco de España no logran ponerse de acuerdo sobre la previsible evolución de los tipos de interés en los próximos meses ni sobre cuáles son las causas de distorsión que justifican el excesivo crecimiento de las magnitudes monetarias en los primeros meses del año. No existe una definición clara acerca de si los tipos de interés van a permanecer estables, subir o bajar en los meses que quedan hasta el verano, lo mismo que nadie se atreve a hacer predicciones acerca de la evolución próxima del dólar. Tampoco se acaba de entender el desplazamiento en la colocación del ahorro privado desde los depósitos bancarios a otros activos financieros.En la reunión que mensualmente mantienen los tesoreros de los principales bancos nacionales y representantes del Banco de España, la tónica general fue la falta de definición sobre la futura evolución de los tipos de interés y del crecimiento de los agregados monetarios. Hubo un cierto acuerdo en que era previsible que subiera algo el tipo de interés en el mercado interbancario y el Banco de España ofrece dinero a las instituciones financieras a un tipo ligeramente superior al que venía manteniendo desde el verano pasado. En aquellos momentos se optó, para forzar la baja de los tipos, por dar todo el dinero que se le demandara a un tipo fijo del 12,5%, que posteriormente se redujo al 12,25%.

Inversión bancaria

La subida del tipo de interés en el mercado interbancario se interpreta como un aviso de que el Banco de España actuará sobre el mercado para mantener los objetivos de política monetaria y que no se dejen de alcanzar las previsiones de inflación. La subida se corresponde con la posible existencia de problemas de liquidez en el sistema financiero porque en la subasta del jueves hubo que recurrir a prorratear la cantidad de dinero ofrecida por el Banco de España entre todas las instituciones que acudieron en busca de fondos.Es un anuncio de lo que puede pasar si se disparan las magnitudes monetarias. Los datos de inversión al sector privado del conjunto de la banca muestran que en febrero volvieron a bajar las cifras absolutas de préstamos en 32.000 millones de pesetas en relación al mes anterior. De nuevo fueron los grandes bancos los que redujeron su inversión al sector privado, por un total de casi 65.000 millones de pesetas, mientras que el resto de bancos comerciales, los industriales y las instituciones extranjeras cerraron el mes con una mayor cifra de inversión. En enero, por el contrario, la inversión bancaria al sector privado había crecido en torno al 8%. En el mes de marzo la inversión bancaria aumentó en 5 1.000 millones de pesetas, siendo los grandes bancos los que más aumentaron, con 60.000 millones de pesetas, seguidos de los bancos industriales, que prestaron 23.000 millones de pesetas. El resto de bancos comerciales y los extranjeros redujeron su papel en el conjunto al disminuir en 10.000 y 21.000 millones de pesetas, respectivamente. Otro de los aspectos que preocupa en la actualidad es por qué se está produciendo un crecimiento muy fuerte de los llamados activos líquidos en manos del público (ALP) por encima de lo previsto inicialmente, y por el contrario, los depósitos bancarios aumentan de forma mucho más lenta. Ofrecer una interpretación clara de este fenómeno resulta difícil tanto para el Banco de España como para las instituciones privadas.

Durante los dos primeros meses del año el sector público no se ha mostrado como un demandador fuerte de fondos, ya que la evolución del déficit de caja ha sido bastante menor que en el año anterior. El aumento de los ingresos fiscales, por el impuesto sobre la renta y el de tráfico de empresas, ha sido muy importante, y los gastos no han acompañado a este incremento de los ingresos.

De hecho el déficit público, al finalizar febrero, era la mitad que hace un año. Al finalizar el primer trimestre del año eldeficit de. caja estaba en 477.270 millones de pesetas, mientras que un año antes superaba los 574.000 millones de pesetas. Las previsiones apuntan a que en abril, tras el pago de impuestos, quede en torno a los 500.000 millones de pesetas, lo que significaría que estaba dentro de las previsiones para el conjunto del año.

Aumento de las reservas

Por otro lado, aunque en enero el nivel de reservas de divisas aumentó en 550 millones de dólares, lo que supuso inyectar una liquidez al sistema de 100.000 millones de pesetas, durante febrero se produjo una salida neta superior a los 100 millones de dólares, y en marzo prosiguió la cancelación anticipada de parte de la deuda exterior.Tanto en medios oficiales como entre el sector privado sólo se encuenta una explicación a la diferente evolución de los componentes monetarios, aunque se trate de no reconocer. A finales de abril está previsto que entre en vigor la nueva ley de Activos Financieros, que establece un tratamiento fiscal diferente para los pagarés del Tesoro que para el resto de activos financieros.

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