Una guerra televisada
Fue una guerra televisada a las salas de estar de los norteamericanos, que pudieron ver desde sus butacas cómo morían sus hijos en Asia y cómo el país se partía en dos en las calles y en los campus universitarios. Diez años después, la memoria colectiva de Vietnam está siendo reavivada por la misma televisión, que tanto hizo por detener la lucha, con la retransmisión de las imágenes, los pósters, los eslóganes de la contienda.La Prensa busca a los protagonistas de la guerra. Ha sido localizada la niña vietnamita de nueve años que corría llorando, desnuda, por la carretera número 1, huyendo del bombardeo de su aldea con napalm por la fuerza aérea de Vietnam del Sur, en una fotografia histórica que simbolizaba todo el horror de Vietnam. Se llama Phan Thi Kim Phuc. Tiene 21 años, es tudia en la universidad Ho Chi Minh y el pasado año fue sometida en la República Federal de Alemania a un injerto de piel para curar las quemaduras que sufrió en el bombardeo
Justificaciones
Eddie Adams, el fotógrafo de Associated Press, que ganó el Premio Pulitzer con una imagen que muestra al jefe de la policía de Vietnam del Sur disparando a quemarropa a la sien de un vietcong, ha contado la historia de esta salvaje escena. La víctima acababa de asesinar a un policía, uno de los mejores amigos de su verdugo, a su mujer y a sus seis hijos. "¿Cómo se puede decir que uno no hubiera hecho los mismo?", se pregunta hoy Adams.
El autor del disparo, el general Loan, vive en Estados Unidos y posee un restaurante de hamburguesas en Virginia. El teniente William Calley, condenado por la matanza de My Lai, terminó su arresto en 1974 después de cumplir una tercera parte de su condena de 10 años. Tiene 41 años y trabaja en la joyería de su suegro, en Columbus (Georgia).
Como en una moviola, reaparecen las viejas pegatinas de Haz el amor, no la guerra, enfrentadas a otras que afirmaban América: ámala o déjala. Se puede volver a ver las manifestaciones de obreros a favor de la guerra, llevando banderas norteamericanas, junto a una fila de jóvenes pacifistas poniendo claveles en las bocachas de los fusiles de la policía militar que defendía la entrada del Pentágono.
Los líderes de la contracultura y del movimiento contra la guerra son historia que no dice nada a los jovenes de hoy. Joan Báez, el poeta alemán Ginsberg y el novelista William Styron firmaron una carta denunciando la represión ejercida por el régimen de Hanoi. Daniel Ellsberg, dirigente pacifista que filtró a The New York Times los papeles del Pentágono, tiene hoy 54 años y sigue advirtiendo contra nuevos Vietnam.
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