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Vietnam, 10 años después

Los norteamericanos aprenden a vivir con la idea de que su poder tiene límites

La sociedad norteamericana vive actualmente inmersa en una contradicción: cómo combinar el resurgimiento del patriotismo con el deseo mayoritario de ejercer el poder con prudencia. Ésta es una de las principales lecciones de Vietnam, según afirmó Stanley Karnow, un destacado experto en la guerra del sureste asiático, en de claraciones a EL PAIS. Karnow periodista que cubrió Asia para Time, Life y The Washington Post durante un período de 20 años, es autor del éxito de venta Vietnam, la historia más completa de la guerra escrita hasta hoy, y que ha servido para realizar una serie de televisión de 13 capítulos, que se emitió con gran éxito por la cadena pública PBS."Los ciudadanos han recuperado el sentimiento de prestigio de ser americanos, y esto es algo que ha estimulado el presidente Reagan", afirma Karnow, "pero al mismo tiempo, al ver los costes del pasado, se muestran reacios a pa gar el precio de una política de intervención exterior". Para Karnow, "el país vive una combina ción de nuevo orgullo nacional y prudencia, y este talante explica por ejemplo, cómo el presidente envió los marines a Líbano para retirarlos después, cuando se convirtieron en un objetivo privilegiado del terrorismo extremista islámico".

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Estados Unidos, asegura Karnow, está sumido en un proceso para definir cuál va a ser su política exterior, su papel en el mundo, y todavía no ha alcanzado un consenso. Nos encontramos en un período clave de transición entre el pre-Vietnam y el pos-Vietnam. "Antes de la guerra, Estados Unidos pensaba que su papel era el de policía del mundo". John F. Kennedy prometía en su discurso de toma de posesión que "apoyaría a cualquier amigo y se enfrentaría a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el triunfo de la libertad".

Karnow opina que "la gente se ha vuelto ahora bastante más selectiva, y aunque EE UU tiene aún prioridades claras, como pueden ser Europa occidental, Japón o Israel, una intervención directa en Centroamérica no sería tolerada por la opinión pública". Coincide con casi todos los analistas en que probablemente la principal lección de Vietnam es la toma de conciencia de los límites del poder norteamericano. "Esta idea", asegura, ,,está incluso muy arraigada en la cúpula militar y fue reflejada en un discurso pronunciado por el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, el pasado noviembre".

El periodista explica que Vietnam ha sido la "principal experiencia" que ha contribuido a que EE UU reconozca sus limitaciones como poder mundial. "Pero hay otros hechos que refuerzan esta sensación, como la realidad de que los japoneses hacen mejores coches que nosotros, el surgimiento de nuevos centros de poder y el hecho de que en 1973 estuviéramos a merced de los países árabes productores de petróleo". La fuerte dependencia de la economía norteamericana de los capitales extranjeros y el desequilibrio que sufre su comercio contribuyen también a esta sensación de poder limitado.

Karnow cree que estamos sólo en el comienzo del proceso de revisión de la guerra de Vietnam y afirma que se están inventando nuevas justificaciones para explicar "cómo nos metimos en el conflicto". "Es lógico este revisionismo, porque nadie quiere admitir que perdimos 58.000 hombres para nada". Pero el final de este proceso debe ser un acuerdo sobre cómo proceder para evitar otra tragedia como ésta.

Este periodista e historiador, al que Theodore White llama "el experto de política internacional experto en asuntos exteriores", pensó al principio, cuando cubría la guerra sobre el terreno, que la intervención de EE UU "merecía la pena..., pero pronto me di cuenta de que nos llevaba a una situación sin salida. No aprendimos nada de los franceses, pasamos por su misma agonía en Indochina y no supimos aprovechar su experiencia".

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