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Reportaje:

Raúl Sendic, a favor de la lucha política en un Uruguay democrático

Todos los presos políticos de Uruguay fueron liberados a fines de la semana pasada en virtud del largo proceso que culminó con la aprobación de una ley de amnistía. Uno de los últimos en salir a la calle fue Raúl Sendic, jefe máximo y mítico del Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaros (MLN), organización guerrillera que conmocionó al país a finales de la década de los sesenta y principios de los años setenta. En sus primeras declaraciones públicas tras su liberación Sendic ha afirmado que proseguirá "la lucha política en Uruguay, dentro del marco democrático y respetando la ley".

"Durante mis años de prisión, lo más penoso fue la constante invención de mecanismos para destruir al individuo, tanto físicamente como espiritualmente", declaró Sendic al semanario uruguayo Juventud, distribuido ayer.El líder tupamaro relató que durante cinco años estuvo siempre con la luz encendida día y noche y bajo vigilancia constante. "En un año salí sólo ocho veces de mi celda a tomar el sol", afirma. Sendic piensa trasladarse al extranjero para recibir asistencia médica.

El movimiento tupamaro, que alcanzó luego gran fama a escala mundial, tuvo en Raúl Sendic a su gran ideólogo. Hijo de una familia de posición relativamente acomodada, de extracción universitaria, Sendic inició su militancia política en el viejo Partido Socialista Uruguayo (PSU) dentro de los sectores más radicales del mismo.

En 1958, en representación del PSU, viajó a París para asistir al congreso mundial del socialismo, y luego visitó Cuba. Tiempo después abandonó transitoriamente su actividad en el Partido Socialista y se instaló en el departamento uruguayo de Artigas, en la frontera norte con Brasil, zona marcada por el subdesarrollo y la pobreza.

Allí trabajó como asesor laboral, primero, y como dirigente sindical, después, creó un sindicato de recolectores de caña de azúcar. Con estos trabajadores organizó una marcha hacia Montevideo que acabó convirtiéndose en el primer incidente violento -la represión policial a los cañeros fue muy dura- que sacudió la por entonces apacible vida de los uruguayos.

Frustración electoral

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Años después, tras su reincorporación al Partido Socialista, figuró en los primeros puestos de la lista de candidatos a la Cámara de Diputados para las elecciones de 1962, en las que obtuvo una cantidad insignificante de votos. Aquella frustración electoral supuso, según creen muchos observadores, el motivo fundamental de la radicalización de sus posiciones políticas, que le llevaron ulteriormente a fundar el MLN.En los primeros meses de 1963 se produce en Uruguay una serie de atentados con bombas y explosivos, fundamentalmente contra empresas norteamericanas, y luego, a mediados de año, se produce el primer hecho destacado: el propio Raúl Sendic, acompañado por unos pocos hombres reclutados entre los cañeros, asaltan un club de tiro en el interior del país y se apoderan de algunos rifles, casi todos defectuosos.

Dos meses después de aquel robo, los ocupantes de una camioneta se niegan a recibir asistencia médica después de haber sufrido un accidente de carretera, y huyen apresuradamente del lugar. Uno de ellos, según la policía, es Raúl Sendic. Inmediatamente se decreta su busca y captura, y Sendic desaparece durante algunos meses.

Las siguientes noticias sobre él llegan en marzo de 1964, cuando se le identifica al bajar de una avioneta en un aeropuerto cercano a la capital. Seis meses más tarde se anuncia su detención en una localidad argentina, pero cuando la policía uruguaya inicia los trámites para solicitar la extradición, Sendic ya había conseguido evadirse.

Mientras tanto, los golpes tupamaros continúan. Los objetivos son los bancos, para conseguir fondos, y, paralelamente, actividades de corte propagandístico, como robos de camiones cargados con alimentos que son repartidos luego entre los habitantes de los barrios pobres del cinturón suburbano de Montevideo.

Pero no fue sino hasta fines de 1966 cuando se produjo el primer enfrentamiento armado entre fuerzas policiales y tupamaros, cuyo saldo fue la muerte de uno de éstos. Empieza a funcionar con mayor efectividad la represión y se inicia lo que sería una larga lista de arrestos. La sorpresa fue entonces el alto porcentaje de intelectuales y universitarios reclutados por Sendic que integraban ya la organización. Entre otros, el ingeniero Jorge Manera Lluberas y el profesor Julio Marenales Sáenz.

Reaparición espectacular

En enero de 1969 reaparece Sendie, que dirige el golpe: más espectacular hasta ese momento: en plena temporada turística robó, junto con otros guerrilleros, el casino de San Rafael, en el balneario internacional de Punta del Este, donde consiguen un fabuloso botín.Ese mismo año de 1969, los tupamaros realizan la acción denominada Operativo Pando, que se convierte en su primer revés importante. El plan, que fracasó, consistía en capturar la pequeña localidad de ese nombre, situada a unos 30 kilómetros de Montevideo.

Tras esta primera derrota, el movimiento inicia su campaña de secuestros. El primero es el del asesor norteamericano Dan Mitrione, por cuya libertad exige e MLN la liberación de todos los tu pamaros presos.

Cuando el plazo impuesto por los guerrilleros vence, Sendic es capturado junto con otros importantes dirigentes, pero se niega a dar la orden de que se suspenda la ejecución, argumentando que él era un simple soldado de la revolución. Tres días después, el 10 de agosto, Mitrione es asesinado. Esa detención no duraría mucho. Trece meses más tarde, con más de 100 de sus hombres, realizó una espectacular fuga del penal de Punta Carretas.

A partir de aquel momento, la dirección de los tupamaros se divide, pero logran ponerse de acuerdo para conceder una tregua en su actividad ante las elecciones de 1971, a las que se presenta una coalición de grupos de izquierda el Frente Amplio. Debido a la derrota electoral de esta formación política y ante la existencia de criterios distintos relativos a la actuación violenta, Sendic opta por pasar a un segundo plano y retirar se al interior del país.

Entretanto, el Ejército desencadena una ofensiva sin cuartel contra los tupamaros. Gracias a la traición y colaboración de uno de los jefes tupamaros que precisamente había desplazado a Sendic, Amodio Pérez, se logró colocar al MLN en situación agonizante.

Cuando Sendic regresa a Montevideo para intentar la reorganización de los tupamaros, es capturado, el 2 de septiembre de 1972, tras recibir un balazo que le destrozó el rostro y le arrancó siete centímetros de mandíbula, provocándole problemas para hablar que aún hoy padece.

En su reciente libro, Cartas desde la prisión, Raúl Sendic cuenta parte de lo que fue su largo cautiverio, primero en el hospital militar donde se le operó, luego en un cuartel de la Armada, en el puerto de la capital, y posteriormente, en el penal construido especialmente para los guerrilleros y que insólitamente lleva el nombre de la localidad en que se halla, Libertad.

Dos meses antes del golpe de Estado militar de 1973, los nueve principales dirigentes pasan a ser considerados como rehenes del régimen y se les confina en pequeñas celdas en el interior del país. Si hay un rebrote de la violencia, ellos desaparecerían.

Definición política

Cuenta Sendic, por ejemplo, que estuvo seis meses en un aljibe, de donde era sacado una vez cada 15 días, o en una celda de 1,20 metros por 1,80, de la que nunca eran limpiados los excrementos. En los últimos tiempos, cuando ya se hablaba de la amnistía, volvió al penal de Libertad. A través de sus hijos ha manifestado a la Prensa: "Hay que apoyar la lucha desde los partidos políticos". Toda una definición, cuando algunos hablan de un resurgir del ala violenta del movimiento.

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