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Miembros del SUP manifiestan su "repulsa contra la tortura", tras una misa por el policía Castán

Representantes del Sindicato Unificado de Policía (SUP) manifestaron ayer su más "enérgica repulsa contra la tortura y los malos tratos", tras una misa oficiada en el primer aniversario por la muerte del policía nacional José Manuel Castán Belmonte, fallecido el 14 de marzo a causa de supuestas torturas presuntamente practicadas por los inspectores Amador Miralpeix y José Manuel Ortiz Prieto, ambos procesados por la Audiencia Provincial de Madrid. A la misa oficiada en la iglesia de Medinaceli asistieron numerosos compañeros del fallecido, así como la viuda del policía, sus dos hijas y otros familiares.

Varios policías nacionales del comité ejecutivo provincial del SUP manifestaron a la salida de la misa que su presencia en el acto significaba un homenaje al recuerdo de su compañero José Manuel Castán y expresaron su repulsa por las torturas y los malos tratos, cuyas practicas "rechazan absolutamente". Asimismo, manifestaron su confianza en "la justicia para que todo este caso se aclare rápida y definitivamente en bien de los cuerpos de seguridad".El SUP aglutina a 25.000 policías nacionales de un total de 50.000 de la plantilla que compone el cuerpo en toda España. Este sindicato fue legalizado hace tres meses, a pesar de ciertas reticencias del Ministerio del Interior.

El pasado mes de noviembre, la Audiencia Provincial de Madrid dictó auto de procesamiento contra el inspector del Cuerpo Superior de Policía José Manuel Ortiz Prieto como presunto cómplice de un delito de lesiones graves contra José Manuel Castán Belmonte.

La Audiencia Provincial de Madrid admitió parte de los recursos de súplica del fiscal y de la acusación privada y confirmó el procesamiento del inspector Amador Miralpeix.

José Manuel Castán, de 34 años, falleció el pasado 14 de marzo, 100 días después de haber sido detenido, a causa de un "edema agudo de pulmón", una de las lesiones que le fue diagnosticada en el hospital en que fue ingresado a consecuencia de una paliza que presuntamente recibió en las dependencias policiales madrileñas.

Al día siguiente de ingresar en el centro hospitalario se le observó a José Manuel Castán "traumatismo craneo-enecefálico con fractura del tercio inferior de la cara, triple fractura de mandíbulas, contusiones múltiples, edema agudo de pulmón bronconeumonía e infección urinaria". A los 42 días de estar ingresado en el centro hospitalario falleció.

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