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Comienzo frío

Si los muy nobles novillos de Bernardino Píriz además hubiesen tenido fuerza, casta y unos pitones menos cómodos, digámoslo así, no cabe duda que el buen toreo que en muchos momentos realizaron los tres matadores hubiese llegado con mayor facilidad a los fríos espectadores. Fríos por la temperatura y también por lo que sucedía en el ruedo, pues cuando falta la emoción del toro, falta casi todo.Alberto Ballester demostró buenas maneras y, a ratos, sentido del temple, pero sólo en pocas ocasiones consiguió conectar con el público. Tampoco estoque y descabello ayudaron a rematar su labor.

Juan Carlos Vera cortó la oreja del quinto y tuvo momentos de gran brillantez -sobre todo al torear magníficamente al natural con temple y armonía- pero no siempre encontró las distancias y anduvo en ocasiones embarullado.

Rafael Camino estuvo francamente mal con el estoque, lo que le privó de una oreja en el tercero, al que toreó primorosamente con la derecha. Con el sexto no se acopló.

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