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Fujitsu fabricará en Málaga ordenadores por valor de 60.000 millones de pesetas anuales

Fujitsu, el número uno de la industria informática japonesa y uno de los gigantes mundiales del sector, ha elegido Málaga como sede europea y Telefónica como socio en la joint venture para salvar las barreras arancelarias de la CEE. El acuerdo, que se firmará antes del 31 de enero, dará mayoría a Fujitsu en la empresa española Secoinsa, con un compromiso de producción para 1987 de 60.000 millones de pesetas, de los que el 50% se destinará a exportación. El acuerdo atribuye a Entel, filial de la CTNE, la exclusiva de producción de todo el software (programación) europeo de Fujitsu.

Fujitsu Limited, que ha estado a punto de abandonar España por su insatisfactoria vinculación anterior con Secoinsa, exige ahora una serie de condiciones (mayoría de capital y salida del Instituto Nacional de Industria de Secoinsa) para formalizar la operación.En la actualidad Secoinsa está participada por el Instituto Nacional de Industria (INI) (69,15%), la Compañía Telefónica Nacional de España (23,75%) y Fujitsu Limited, que al no acudir a la ampliación de capital realizada en 1983 -se le adeudaban cerca de 2.000 millones de pesetas- vio reducida su participación a un 7,1 %.

De hecho, uno de los puntos todavía por resolver es la valoración que hace el INI de Secoinsa, empresa que tradicionalmente ha registrado fuertes pérdidas (a excepción del último ejercicio), que a juicio de Telefónica y de la multinacional japonesa es excesiva.

El acuerdo Fujitsu-Telefónica prevé aumentar de 10.000 millones de pesetas a 60.000 millones la facturación anual de Secoinsa y la exportación del 50% de las ventas de esta empresa. Para ello habrá que ampliar las instalaciones de la fábrica de Málaga o instalar nuevos centros de producción en otros puntos de España, extremo que está en estudio, y será necesario multiplicar por tres la actual plantilla (unos 1.000 trabajadores) de Secoinsa.

En estos acuerdos, negociados fundamentalmente por el subdirector general de Telefónica, Víctor Goyenechea, y el vicepresidente de Fujitsu, Yosikawa, se ha introducido una cláusula muy favorable al desarrollo tecnológico español.

Una cifra equivalente al 12% del valor total de las ventas se destinará a investigación y desarrollo (el máximo que dedican las compañías internacionales a este capítulo es un 10% de sus gastos generales). Fundamentalmente estas cantidades financiarán el desarrollo de programas para el mercado europeo y, en menor medida, para el mercado nacional.

Sorpresa y malestar

Fujitsu fabricará en España, según el acuerdo, toda la gama de ordenadores, desde los grandes y medianos a las terminales y los ordenadores personales. Esta operación cierra la estrategia de Telefónica de introducirse de lleno en la utilización combinada de telecomunicaciones e informática, apostando por el desarrollo de los nuevos servicios mixtos. La producción de Secoinsa se enlaza, dentro de esta estrategia, con la actividad de otras dos firmas de Telefónica, Entel y Amper, y posiblemente con Telesincro. Esta última firma, que está participada en un 73% por Secoinsa, ha estado gestionando -vía INI- una alianza con la multinacional francesa Honeywell Bull. El acuerdo con los japoneses, sin embargo, puede trastocar seriamente estos proyectos.La filtración de este inminente acuerdo Fujitsu-CTNE, aunque sus detalles no habían sido revelados hasta ahora, ha provocado sorpresa e irritación en la Comunidad Económica Europea y entre algunas multinacionales que se encuentran ya instaladas en España. En Bruselas se está acusando a España de querer convertirse en caballo de Troya para la entrada de las multinacionales norteamericanas y japonesas en los mercados europeos.

El acuerdo para la instalación de AT&T en España, las nuevas inversiones de Sanyo y Sony, y la opción Fujitsu, a un año de la previsible entrada de nuestro país en la CEE, está provocando reticencias entre los diez. Los primeros mensajes de alarma y de sutil advertencia han comenzado a llegar a las autoridades españolas.

Por otra parte, IBM, que cuenta con una importante fábrica en Valencia, también ha dejado trascender un cierto malestar por el posible desembarco, en gran escala, de Fujitsu en España. Fuentes de Telefónica indican, sin embargo, que la primera intención de la compañía fue una alianza con la multinacional norteamericana, que no se mostró muy interesada.

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