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Weinberger propone una 'congelación' de la paga de los militares en 1986

A fin de reducir el déficit del presupuesto público de Estados Unidos, que roza este año los 200.000 millones de dólares (3,7 billones de pesetas), el presidente Ronald Reagan desea economizar unos 8.000 millones de dólares en el presupuesto militar.Caspar Weinberger, secretario de Defensa, presentó un plan de congelación salarial para los dos millones de militares estadounidenses, lo que equivaldría a un ahorro de unos 4.000 millones de dólares en el presupuesto federal de 1986.

Las economías en el importante gasto militar estadounidense, de 286.000 millones de dólares para el próximo año, se realizarían con recortes en los salarios de los militares, pero sin afectar a ninguno de los grandes programas de modernización del arsenal bélico estadounidense.

Reagan pretende que se siga adelante con el programa de nuevos misiles intercontinentales MX, a pesar de las reservas y la oposición del senador republicano conservador Barry Goldwater, presidente del Comité de los Servicios Armados en la Cámara Alta.

"Si queremos obtener concesiones de los soviéticos, tenemos que negociar desde una posición de fuerza, y los misiles MX son un elemento esencial", dijo el presidente Reagan al término de su última entrevista con Goldwater.

Los ahorros del Pentágono constituyen más un gesto simbólico de la Administración Reagan que un deseo de modificar los importantes programas de refuerzo bélico norteamericano.

Los militares del Pentágono deberán apretarse el cinturón, siguiendo el ejemplo del personal civil de la Administración, para el que el director del Presupuesto, David Stockman, pide una disminución salarial del 5% para 1986, mientras se habla de la posibilidad de despedir a unos 125.000 funcionarios federales, en aras de ahorrar dólares y reducir los actuales 200.000 millones de dólares de déficit público a unos 100.000 millones de dólares antes de 1988.

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Para el secretario del Tesoro estadounidense, Donald Regan, se han cumplido los objetivos prometidos en 1981 por el presidente Reagan de reforzar, modernizar y potenciar la defensa de EE UU.

Por ello ha llegado el momento de pedir también sacrificios al Pentágono, porque "desde un punto de vista económico", dijo Ronald Reagan, "la economía del país es casi tan importante como nuestra defensa contra los enemigos externos".

Cabe recordar que en el pasado el Congreso se opuso a toda reducción de pagas para el personal militar norteamericano, en un Ejército basado en el profesionalismo y los voluntarios, ante la inexistencia de servicio militar obligatorio.

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