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Reportaje:

Pensiones sin fondo

La Seguridad Social no ha iniciado su anunciada reforma. Pero una profusión de planes de jubilación, de pensiones, de previsión, de tipo personal, familiar, extraordinario, etcétera, ha invadido los espacios publicitarios.Algunas ofertas llegan por correo, con copias de recortes de Prensa donde se considera un hecho la quiebra. Sus autores están convencidos de que los planes de jubilación van a ser uno de los activos de moda en 1985.

Varios altos cargos han querido matizar palabras oficiales que hablaban de la quiebra. No obstante, han confirmado que, si no se adoptan medidas correctoras, en diez años los gastos del sistema superarán en tres billones de pesetas a los ingresos y no podrán ser cubiertos por el Estado (EL PAÍS 28.11.84).

Más información
La ley reguladora, pendiente de concretar los incentivos fiscales

El Gobierno ha optado por tranquilizar a los receptores de las 5,5 millones de pensiones actuales (5,14 Seguridad Social y 0,4 Estado): una próxima ley les garantizará cada año la revalorización automática en función del aumento de precios al consumo previsto para el siguiente. Habrá, pues, que recortar las futuras pensiones. En los próximos meses se sabrá cómo y cuánto.

Sin embargo, la carrera de las entidades financieras indica que ya hay negocio. Y es que quienes han empezado a llevarles sus ahorros para que les aseguren una renta futura, acogida a la multiplicidad de ofertas existentes, saben que alguna "reforma" empezó hace varios años. Por la política de revalorización de pensiones en los últimos años (subir más las más bajas, que son una amplia mayoría, hasta el punto de que la mitad de ellas no llega a 20.000 pesetas mensuales, según el cuadro adjunto), hay pensionistas que no han visto garantizado su poder adquisitivo.

La clientela de las entidades financieras está nutrida también por quienes, en la búsqueda de una pensión complementaria, prefieren anticiparse a los próximos recortes en las futuras prestaciones. Hasta ahora se puede obtener una pensión pública inicial igual a la media de las bases cotizadas en los dos últimos años, siempre que se haya cotizado durante 35 años o más. Si no se alcanzan los 10 años, la cobertura oscila entre el 50% y el 100%.

Como las futuras reducciones fomentarán previsiblemente los fondos de pensiones privadas, la Administración proyecta una ley reguladora.

Frente al carácter individual de las actuales ofertas, los intermediarios financieros estudian planes a los que se puedan adherir colectivos de trabajadores o personas individuales. Apostarán así a por todas las figuras previstas en en el proyecto legal: como promotores de planes de pensiones, como gestoras para los fondos (su preció rondará el 2%) y como depositarias.

"El mercado", decía intuir la pasada semana Saturnino Anfosso, directivo del Banco de Bilbao, "se repartirá a tercios entre bancos, cajas y compañías de seguros, con una mayor cuota de los primeros frente a los otros". Y el mercado opinan otros que será en cinco años de un billón de pesetas.

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