Felipe González asegura a Fraga y a Roca que no adelantará las elecciones legislativas

El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró ayer a Manuel Fraga y a Miquel Roca que, contra lo que ellos creen, no tiene la menor intención de adelantar las elecciones legislativas y reiteró su voluntad, hasta ahora puesta en duda por sus interlocutores, de celebrar un reférendum sobre la permanencia o no de España en la OTAN. González recibió ayer en la Moncloa, por separado, al presidente de AP y al portavoz de la Minoría Catalana -a quien deseó suerte en el inicio de su congreso reformista-, comenzando así las conversaciones para llegar a un consenso sobre política exterior, que, según diversas fuentes parlamentarias, se presenta "difícil, pero no imposible".

Tanto Fraga como Roca hicieron hincapié en la inconveniencia de celebrar el referéndum. Para el político catalán sería "inconstitucional" por cuanto supone revisar una decisión ya adoptada por el Parlamento, abriéndose así un precedente que podría tener consecuencias, dijo, "muy graves". Por lo demás, ambos acudieron a la Moncloa precedidos por unas, declaraciones de Felipe González en las que situaba la consulta popular fuera de los temas sometidos a consenso y como "competencia exclusiva del Gobierno"El presidente de AP dio a entender, tras su entrevista en La Moncloa, que duró poco más de una hora, la posibilidad de llegar a un acuerdo en nueve de los diez puntos sobre política exterior apuntados por González en su discurso del pasado 23 de octubre en el Parlamento. Es decir, para el político conservador sería posible el consenso sobre el progresivo desmantelamiento de las bases norteamericanas y sobre una mayor integración española en los acuerdos defensivos europeos, pero no sobre la pretensión socialista de mantener a España alejada de la estructura militar de la Alianza: esta integración "por incidir favorablemente en la eficacia y mejora de las fuerzas armadas nacionales, tanto en lo que se refiere a su preparación como a su armamento e información, y por ello a la mejor defensa del territorio nacional" debe llevarse a cabo en su plenitud. Así reza el documento que Fraga entregó ayer a Felipe González.

Por el contrario, Roca, que se entrevistó con Felipe González a primera hora de la tarde de ayer, sí estaría dispuesto, contra lo que ahora son sus postulados, a llegar a un consenso sobre la no participación en la estructura militar atlantista, pero siempre que "se diera un acuerdo completo en los puntos restantes". Tanto él, como tres horas antes Fraga, trataron en su conversación con el presidente del Gobierno de que el consenso se extienda a otros temas de política exterior al margen de la OTAN así como a cuestiones de la vida política nacional: educación, sistema jurisdiccional, Administración Local o legislación electoral, en el caso de AP y financiación de las autonomías en el caso de Roca.

La cuestión más espinosa que se presenta al inicio de estas conversaciones sigue siendo, por tanto, la del compromiso asumido por los socialistas de celebrar un referéndum sobre la permanencia de nuestro país en la OTAN, consulta que según la promesa hecha por González ante el Parlamento, se celebrará antes de marzo de 1986. Pero, pese a las reafirmaciones del presidente del Gobierno, ni AP ni la Generalitat catalana parecen creer todavía en la viabilidad de este referéndum.

Tampoco creen en él los comunistas que, desde posiciones diametralmente opuestas a las del resto de las fuerzas parlamentarias, se preparan para acudir a las conversaciones de la Moncloa -probablemente será Gerardo Iglesias el interlocutor y no el portavoz en el congreso de los Diputados, Santiago Carrillo- la semana próxima. Parece prácticamente seguro que el PCE quedará fuera del consenso por estar en desacuerdo con la posición de partida: la permanencia de España en la OTAN.

También parece fuera de duda que el consenso, de llegarse a él, no se alcanzará hasta después de la celebración del 30º congreso federal del PSOE, contra los deseos iniciales de Felipe González.