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Dos atentados contra la estabilidad democrática

El Gobierno y los parlamentarios creen que hay un intento de desestabilizar y boicotear el diálogo en el País Vasco

El Gobierno y los partidos políticos representados en el Parlamento recibieron con preocupación la noticia del atentado contra el general Luis Rosón, y especialmente por el peligro de que este hecho, unido al asesinato, el martes, del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, acabe con el diálogo para la pacificación del País Vasco que, de hecho, suponen las medidas de reinserción social de terroristas que hasta ahora se venían aplicando. El Gobierno, cuyo portavoz manifestó tras el Consejo de Ministros de ayer que su programa de actividades, seguirá normalmente, se muestra confiado en que el diálogo no se rompa.

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El Gobierno celebró ayer un Consejo de Ministros deliberante, al término del cual no se realizó conferencia de Prensa, como es habitual cuando no es un consejo decisorio. La noticia del atentado causó preocupación en el Gobierno, y el ministro de Defensa abandonó inmediatamente la reunión para acudir al hospital donde había sido trasladado el herido.El portavoz en funciones, Miguel Ángel Molinero, manifestó que el programa de actuación política no se verá alterado, y concretamente indicó que el presidente Felipe González tiene previsto reunirse mañana viernes con el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, y el líder del Partido Reformista, Miquel Roca, para iniciar el diálogo en busca del consenso sobre política exterior. Fraga acudirá por la mañana, y Roca por la tarde.

Sobre la pacificación del País Vasco, fuentes gubernamentales indicaron que el proceso negociador, "que nunca existió como tal", sigue como siempre, es decir, que continúan en pie las medidas de reinserción social de los terroristas que abandonen las armas. Sin embargo, fuentes de Interior temen que los cables que estaban tendidos puedan quedar cortados, "si es que no lo están ya".

Contra la estabilidad

En cuanto a los partidos políticos representados en el Parlamento, miembros de todos ellos coincidieron, a la hora de valorar los atentados, en señalar que los objetivos reales de las dos acciones son la ruptura del diálogo para encontrar una salida pacífica al problema vasco y el deseo de desestabilizar la democracia española.Eduardo Martín Toval, secretario del Grupo Socialista del Congreso, afirmó que "estos atentados de ayer y hoy se insertan en la estrategia de plantear dificultades al proceso de erradicación del terrorismo. No hay que olvidar que en este momento están en marcha negociaciones y procesos de reinserción para acabar con la lucha armada". Martín Toval añadió que "claramente y como siempre no sólo se pretende hacer daño a las personas, cosa que lamentamos profundamente, sino que se quiere atacar directamente a la estabilidad democrática".

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José María Ruiz Gallardón, en nombre del Grupo Popular, comenzó por reiterar Ios calificativos de ayer respecto al asesinato del señor Brouard, que fue un crimen execrable. La reacción que se ha producido hoy en Madrid no puede tener otros calificativos. Ni al Gobierno ni a los partidos de la oposición benefician estos acontecimientos, lo que nos hace pensar que lo que se pretende es desestabilizar la democracia, que es lo que más nos preocupa a todos los buenos demócratas españoles".

Josep Maria Trias de Bes, cuarto secretario del Congreso y miembro de la Minoría Catalana, estimó que se ha entrado de nuevo en la espiral de la violencia. "Todo es muy negativo", aseguró, "para la estabilidad política del País Vasco e incluso para España entera. Los hechos son condenables de todo punto y es deseable que la Administración pueda poner todos los medios a su alcance pira acabar, con la violencia. Considero necesario un amplio y duradero consenso para acabar de una vez por todas con el terrorismo. Nosotros, como partido político, nos ponemos al servicio de la sociedad para intentar encontrar los medios eficaces que erradiquen esta lacra".

Juan María Bandrés, de Euskadiko Ezkerra, que llegó al Congreso cuando únicamente tenía conocimiento de lo sucedido a través de la radio, calificó el hecho como "una nueva brutalidad cuando no han pasado 24 horas del asesinato de Brouard". Bandrés, tras lamentar lo sucedido, añadió que "si estos hechos me afectan profundamente, en este caso quizá más porque, se trata de un hermano del ex ministro Rosón, con el que mantuve muy buenas relaciones".

'Libanización' de Euskadi

A Bandrés le preocupa que se haya producido una réplica de estas características con tanta rapidez. "Siempre que se produce un suceso de este tipo en Madrid", dijo, "se tiene tendencia a atribuirlo a los GRAPO. Quien haya sido se sabrá, pero es lamentable que el diálogo iniciado sufra un retroceso por los hechos de ayer y hoy". Para Bandrés, los dos atentados representan el peligro de una confrontación civil generalizada, "una libanización de la vida vasca".Agustín Rodríguez Sahagún, diputado del Centro Democrático y Social, manifestó que "cualquiera que sea la hipótesis que se maneje sobre la autoría de los atentados, resulta evidente su afán por entorpecer las salidas de diálogo para el País Vasco. En este momento, Gobierno y partidos políticos debemos conservar la serenidad para encontrar la solución pacífica y política que corte la espiral de violencia".

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