Fignon, Kelly, Hinault, Moser y Lemond, los claros favoritos
El 2 de septiembre de 1973 los aficionados españoles que llenaban el circuito de Montjuïc pudieron ver el triunfo de un italiano, Felice Gimondi, que sorprendió a sus rivales a 400 metros de la meta y obtuvo la medalla de oro, seguido del belga Freddy Maertens (plata) y el español Luis Ocaña (bronce). Eddy Merckx, el gran campeón belga, solamente pudo ser cuarto. Era la primera vez que Merckx se clasificaba cuarto en un sprint. Ninguno de los cuatro estará mañana sobre el asfalto de Montjuïc, aunque alguno verá la prueba desde las tribunas, caso de Merckx, que ejerce como comentarista para la televisión de su país.Han pasado 11 años desde aquella fecha y una nueva generación de ciclistas luchará por el preciado jerseí arco iris. Laurent Fignon, nacido, el 12 de agosto de 1960, a sus 24 años recién cumplidos, es la máxima estrella del ciclismo mundial, después de haber vencido por segunda vez consecutiva en el Tour de Francia, humillando a su antiguo compañero de equipo, Bernard Hinault. Fignon es el nuevo ídolo de la juventud francesa y su imagen de intelectual rompe con la clásica del ciclista. Mañana lucirá el dorsal 73, sus gafas y posiblemente una cinta sobre la frente.
Suma seis años más que Fignon y su actuación en el pasado Tour dividió el corazón de los franceses. Bernard Hinault acabó segundo en la ronda francesa, a más de 10 minutos de su rival, luchando solo, sin apenas ayuda, como queriendo demostrar que todavía es el mejor, resistiéndose a esa ley de la vida. El que un día fue llamado sucesor de Jacques Anquetil sigue teniendo el mejor historial de todos los ciclistas en activo. Ha sido el ganador del Tour de Francia en cuatro ocasiones (1978, 1979, 1981 y 1982); en dos se impuso en el Giro de Italia (1980 y 1982) y por dos veces subió al podio en la Vuelta a España (1978 y 1983). Hinault, que correrá mañana con el dorsal 75, ya se proclamó campeón del Mundo en 1980, siendo tercero en 1981.
El italiano Francesco Moser es uno de los supervivientes de la antigua generación, que está viviendo su segunda juventud, arropado por un entramado publicitario que le ha facilitado todos los adelantos de la técnica.
Con ellos, y utilizando la polémica bicicleta de ruedas lenticulares carenadas, batió este año el récord de la hora, en México, que estaba en posesión de Merckx. Moser nada en la abundancia y sólo destaca en Italia, donde le hacen el Giro a su medida (aunque solo lo ha ganado en 1984). Fue campeón del Mundo en 1977 y consiguió dos medallas de plata en 1976 y 1978. Además, se proclamó campeón en la especialidad de persecución, en 1976. Correrá con el dorsal 109.
El estadounidense Greg Lemond, de 23 años, representa el éxito del ciclismo estadounidense, que ha irrumpido con fuerza en el concierto mundial. Para algunos fue descubierto por Cyrille Guimard, su actual director técnico, pero los norteamericanos niegan este extremo y conceden más mérito a Jonathan Boyer. Lemond, siendo un perfecto desconocido fue medalla de plata en los Campeonatos del Mundo de 1982 y consiguió la de oro el año pasado. En el último Tour de Francia fue tercero y quizá hubiera obtenido una mejor posíción de no haber trabajado para su jefe de filas, Fignon. Lemond no seguirá, casi seguro, la próxima temporada en el equipo Renault, a pesar de que todavía le queda un año de contrato. Mañana lucirá el dorsal 62.
Sean Kelly, otro de los favoritos al triunfo final, es un irlandés que correrá prácticamente solo -Stephen Roche y Allan McCormack son los otros dos representantes de su país- por el circuito de Montjuïc. Nacido el 24 de de mayo de 1956, mílita en el equ ipo Skil y, aunque le falta un triunfo de prestigio en su palmarés, está considerado como un hombre muy regular. Sean Kelly finalizó en quinta posición en el pasado Tour de Francia, a más de 16 minutos de Fignon. En 1982 obtuvo la medalla de bronce en los Mundiales de ruta.
