_
_
_
_
_
Fiebre por la 'enseñanza' estival

Santiago Roldán, tranquilo y sin miedo

El rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Santiago Roldán, afirma contemplar con "tranquilidad y satisfacción" la proliferación de centros e iniciativas culturales en el verano de España.Roldán, al frente de una institución cuyos inicios se remontan a 1932 y cuyo presupuesto de procedencia estatal supera los 300 millones de pesetas, no cree que la multiplicación de este tipo de iniciativas vaya a afectar a la UIMP de forma negativa, al tiempo que precisa las condiciones, "extraídas de la larga experiencia que hemos tenido", que deberían cumplir para alcanzar el éxito.

"Que el protagonista informativo del verano español sea la cultura es ciertamente halagador y reconfortante, por lo que indica de madurez cívica, de normalización política y de incremento de la demanda cultural", declaró Roldán. La satisfacción del rector de la UIMP viene determinada por el incontestable hecho de que a ese proceso de creación de nuevos centros y proliferación de iniciativas culturales "la UIMP está contribuyendo desde hace anos, situando la cultura en el centro de la opinión pública".

Más información
Las universidades de verano, un cóctel entre el 'rock' y la 'queimada'

Para Roldán, el hecho de que la UIMP cuente en sus archivos con más de una treintena de solicitudes presentadas este año de ayuntamientos, diputaciones provinciales y consejerías de Gobiernos autónomos para llevar a cabo conjuntamente programaciones culturales demuestra no sólo la extensión del fenómeno, sino el reconocimiento de la solvencia, capacidad y profesionalidad de la UIMP en la organización de este tipo de actividades, actividades que, por otra parte, se financian con un presupuesto escasamente oneroso, dice el rector, para las arcas del Estado y que asciende a 335 millones de pesetas.

A éstos se añaden los 70 millones aportados por instituciones públicas y privadas con las que se han establecido convenios de colaboración.

"Estamos convencidos de que el resultado final puede ser bueno para el país", señaló Roldán, refiriéndose al fenómeno de la aparición de actividades culturales de verano repartidas por distintos puntos del país, "porque en el terreno de la cultura no tiene por qué tener vigencia, como ocurre en la economía, la ley de Gossen, según la cual, la moneda mala expulsa a la buena. De ahí", añadió, "nuestra actitud abierta y deseosa de la mejor fortuna para las empresas de este género que estén bien orientadas y bien montadas". En cuanto a la denominación adoptada por algunos de estos centros, que incluye la, palabra universidad, Roldán, tras señalar que desde un punto de vista legal ello no es posible, manifestó su nula preocupación por los formalismos, y si por la realidad es, "hay que tener en cuenta que nosotros mismos somos más un centro cultural que una universidad, en sentido estricto".

En base a la experiencia acumulada durante los 50 años de historia con que cuenta la UIMP, Roldán señaló las condiciones que, en su criterio, deberían cumplir los nuevos centros para alcanzar efectividad y proyección nacional: libertad y pluralidad, profesionalidad y colaboración con instituciones públicas y privadas.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_