Los dos supervivientes del 'lslamar III' tratan de evitar el contacto con sus convecinos
Los dos marineros supervivientes del naufragio del Islamar III, José Martín Lozano y Pedro López Beltrán, están desde la madrugada del domingo en su localidad natal de Isla Cristina (Huelva), encerrados en sus hogares y sometidos a un riguroso régimen de visitas, únicamente con la presencia de sus familiares más directos.
El pueblo les ha recibido entre un silencio general -muchos se enteraron horas después de su llegada- y decenas de familias con luto, encerrados en sus casas, a la espera de noticias que nunca llegan. No obstante, Pedro López Beltrán paseó ayer durante parte de la mañana por Isla Cristina; hizo personalmente gestiones en varias entidades bancarias y departió con distintas personas.
Psicológicamente, a pesar de haber perdido a dos de sus hermanos en el naufragio, se mostraba seguro de sí mismo y en distintas ocasiones se mostró partidario de volver a la mar después de una temporada de descanso.
José Martín Lozano, por el contrario, no ha salido de su casa desde que regresó y su estado psicológico merece mayor preocupación. Permanece constantemente callado y responde a las preguntas que le hacen sus familiares simplemente con monosílabos.
Le resulta difícil ver la televísión, especialmente cuando aparecen imágenes que pudieran recordarle, aunque fuera remotamente, algún detalle del naufragio. Su familia se muestra preocupada y es posible que José Martín necesite tratamiento médico para intentar superar esta situación. Su madre ha hecho un llamamiento para que pueda trabajar en tierra y olvide totalmente sus labores marineras.
En la barriada de Punta del Caimán, zona en la que viven ambos y la mayor parte de los familiares de los muertos y desaparecidos en el naufragio del Islamar III, se vive una situación de tenso silencio, mientras muchas personas esperan encontrar alguna respuesta en las páginas de los periódicos y en los boletines de las emisoras.
