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En Europa también bajan los salarios reales

La comparación con Europa no resulta ya en España hábito relegado al uso de los empresarios y del Gobierno. Durante la interrupción veraniega en las negociaciones para el Acuerdo Económico y Social 1985-1986, UGT ha difundido un informe del Instituto Sindical Europeo, con sede en Bruselas, sobre Las negociaciones colectivas en Europa occidental en 1983 y las perspectivas para 1984, donde se afirma que la mayoría de las organizaciones sindicales europeas han aceptado una disminución de los ingresos reales. Desde CC OO, el estudio ha sido citado por Marcelino Camacho como una evidencia sobre la necesidad de no dar prioridad en la negociación al aspecto salarial.El Instituto Sindical Europeo señala que la persistencia de la crisis económica y del altísimo nivel de paro han impedido repetidas veces cualquier aumento de los salarios reales, y el poder adquisitivo ha bajado "de forma sensible" en varios países.

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A pesar del ligero relanzamiento de la producción, mayor en España, el empleo siguió deteriorándose "a medida que la tasa de crecimiento de la productividad excedía la de la producción". El paro creció el 1,7% (de 16 millones a 18 millones de personas, el 10,5% de la población activa).

Si todavía en 1983 el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores fue "una de las príoridades", según el informe, las reivindicaciones no excedieron la tasa de inflación del año anterior o la prevista para el entonces presente. En varios países (Grecia, Bélgica, Dinamarca, Islandia y Malta), los Gobiernos impusieron formas de moderación salarial o suprimieron la revisión de salarios en función de la inflación. En otros, los sindicatos han aceptado una cierta reducción del poder adquisitivo la cambio de la adopción por los Gobiernos de políticas de mantenimiento o de la creación de empleos y de la reducción del tiempo de trabajo.

Empleo y jornada laboral

Los sindicatos han empezado a desviar su atención hacia medidas relacionadas con el empleo. Aunque en 1983 se consiguieron reducciones de trabajo en varios países, globalmente tuvieron menor repercusión que en años precedentes.La participación de los Gobiernos en la negociación colectiva es creciente: además de los cinco países donde se impuso alguna forma de moderación salarial, en Italia hay un acuerdo tripartito para cuatro años (1982-1985); en Dinamarca, tras los topes salariales de marzo de 1983, hubo negociaciones centrales para el período 1983-1985; en Francia, directrices del Gobierno sobre los planes sectoriales, y en Suiza, intentos de abolir la indiciación.

La duración legal de la semana laboral, fijada para España en 40 horas por el Gobierno socialista, es en todos los países igual o superior, salvo en Francia; donde tienen 39 horas. Pero la práctica de los convenios la ha dejado en menos de 40 horas en 16 países europeos: todos, menos España, Chipre, Portugal y Suiza.

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