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Comienza la carrera para obtener las presidencias de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo

Andrés Ortega

¿Cheysson, Delors, Genscher, Andriessen, Davignon? Estos son los nombres que suenan entre bastidores para ocupar, a partir de enero, la presidencia de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo y burocrático de la CEE, que Gaston Thorn abandonará cumplido su mandato. ¿Dankert, Veil, Spinelli? Las candidaturas están también abiertas para presidir el nuevo Parlamento Europeo. La doble carrera ha empezado. Su desenlace habría de llegar en la semana del 23 al 27 de julio, cuando el Parlamento Europeo salido de las últimas elecciones celebre su primera sesión plenaria.

Es entonces cuando los parlamentarios elegirán su jefe de fila y cuando el actual presidente del Consejo Europeo, el irlandés Garret Fitzgerald, encargado por los otros nueve jefes de Estado y de Gobierno de esta tarea en la cumbre de Fontainebleau, debe desvelar la identidad del nuevo presidente de la comisión.El vals de especulaciones ha empezado. Varios nombres suenan con fuerza para el firmamento de la Comisión Europea. Nadie pone en duda la inteligencia y el tesón de Etienne Davignon, belga valón y actual vicepresidente encargado de la tecnología y del acero, para una Europa que se quiere relanzar por medio de nuevas políticas comunitarias.

Esta es la última posibilidad que tiene Davignon de quedarse en la comisión, pues, de no salir elegido Presidente, los partidos flamencos belgas quieren remplazarlo en la vicepresidencia por el actual ministro de Finanzas, el liberal Willy de Clerq.

En cuanto a Claude Cheysson, contaría indudablemente con el apoyo de un gran país y con una larga experiencia como comisario encargado de las relaciones con los países en vías de desarrollo, hasta que fue nombrado ministro francés de Asuntos Exteriores, en 1981.

El paso de Cheysson a la presidencia de la comisión permitiría, por otra parte, a Mitterrand proceder a una remodelación más a fondo de su Gobierno. En un momento, se habló también del ministro francés de Finanzas, Jacques Delors, pero parece que Mitterrand prefiere ahora que siga en su puesto.

Candidatura holandesa

Ante estas maniobras, Holanda, quizás para tener luego más peso en la elección del nuevo presidente, anunció oficialmente la semana pasada la candidatura de su actual comisario encargado de la competencia comercial, Frans Andriessen. Otro candidato oficial es Henning Christopher, ministro de Finanzas danés.

También circula hace tiempo la idea de ofrecer esta presidencia a un alemán, pero habría que encontrar una personalidad política de peso. Hasta ahora, de Bonn sólo, ha llegado el oscuro nombre de Kurt Biedenkopf, democristiano número dos en Westfalia. Claro que la crisis del Partido Liberal alemán ha lanzado otro nombre hacia este cargo: el del actual ministro de Asuntos Exteriores de la FRA, Hans-Dietricht Genscher. Sin embargo, Genscher aún no ha hablado y no es probable que se preste a facilitar el suicidio de su propio partido, saliendo del Gobierno.

Se espera que, en diciembre, muchos de los actuales 14 comisarios de la CEE abandonen sus cargos. Ese podría ser el caso de Gaston Thom, Christopher Tugendhat, Wilhelm Haferkamp, Francois-Xavier Ortoli, Edgar Pisani, Antonio Giolitti y Giorgios Contogeorgis.

Parece también seguro que se mantendrá el número actual de comisarios, aumentado en tres tras el ingreso de España y Portugal, en vez de reducirlo como pretendía Londres. Pero habrá muchas caras nuevas en la decimotercera planta del edificio Berlaymont.

En el Parlamento Europeo, los grupos -que se reunirán esta semana- no han empezado aún su verdadero cambalache para elegir a su presidente, y las apuestas están abiertas. Es probable que se necesiten más de una vuelta en la sesión inaugural para elegirlo. Para la primera vuelta, los socialistas podrían presentar al presidente saliente, el holandés Piet Dankert, para luego, si es necesario, pasarse a votar a favor del italiano Altiero Spinelli, hombre con una larga carrera europea y autor del anteproyecto de Tratado de Unión Europea, que los diez están examinando.

Los democristianos están manejando la candidatura de Pierre Pflimlin, ex primer ministro francés y actual alcalde de Estrasburgo. Los conservadores británicos barajan la posibilidad de presentar a lady Elles. Pero también está Simone Veil, la primera presidenta, en 1979, del primer Parlamento Europeo elegido por sufragio universal. En algunos medios se cita su nombre.

La derecha y el centroderecha tienen una mayoría absoluta en la nueva Cámara. No se excluye, sin embargo, una solución intermedia: un primer presidente para dos años de un signo político, y luego otro, como ocurrió anteriormente con los casos de Veil y Dankert. Para dentro de esos dos años, los diarios belgas citan a su actual ministro de Asuntos Exteriores, Leo Tindemans, que figura como parlamentario de reserva en Estrasburgo.

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