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Espana mantendrá congelado su régimen comercial con terceros países entre 5 y 10 años

Andrés Ortega

Desde el primer día de la adhesión, todos los mecanismos y ayudas de la Comunidad Económica Europea (CEE) se irán aplicando progresivamente en España al aceite de oliva y otras materias grasas, a lo largo de un período de transición de 10 años, según la propuesta que ayer decidió la Comisión Europea. La decisión final corresponde al Consejo de Ministros de los diez.

Durante un período, en principio de cinco años, que nunca podrá superar un total de 10, España mantendrá congelado su actual régimen comercial frente a países terceros para los aceites de semillas. La comisión entiende así que se mantendrá el nivel de consumo de aceite de oliva en España.La decisión no fue fácil, pues existía una contrapropuesta de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, muy dura hacia España, y que hubiera supuesto una discriminación durante un plazo indefinidamente prorrogable. La propuesta final de la comisión, según fuentes españolas, es más lógica y presentable".

Progresivamente, a lo largo de 10 años, pero desde la adhesión, se irá introduciendo en España la ayuda a la producción de aceite de oliva, partiendo de la que actualmente practica el Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA). El nivel de producción para estas ayudas será el existente actualmente. Los precios del aceite de oliva en España se aproximarán gradualmente a los comunitarios, partiendo del punto actual, bajo.

El miedo de los países nórdicos

El sistema de intervención de la CEE en el mercado, para garantizar los ingresos de los agricultores y retirar eventuales excedentes, comenzará a regir desde la adhesión, gradualmente, y en todo caso, plenamente al cabo de los 10 años. Aquí reside el miedo de los países nórdicos, ya que puede ser una carga importante para el presupuesto del Mercado Común.Durante cinco años se mantiene el régimen comercial actual espaflol para los otros aceites y materias grasas frente a países terceros, y por tanto, mientras no sea necesario, la Comunidad Económica Europea no otorgará a España ayudas al consumo de aceite de oliva, hasta la que relación de precios entre este aceite y los otros sobrepase 2: 1.

España importa de países terceros tortas de soja y otras semillas para alimentación del ganado, y de ellas saca aceites, que, en su mayoría, son reexportados. El precio de estos aceites se mantiene artificialmente alto en España, pero su bajada repercutiría en el consumo del de oliva. Por ello, la comisión propone este régimen de congelación comercial frente a terceros, mientras se encuentra, o se negocia, con Estados Unidos y otros países, una solución. Sin embargo, la ayuda comunitaria a la producción de estos aceites y la aproximación de precios comenzarán desde la adhesión.

En cuanto al comercio entre España y la CEE, desde la adhesión se suprimirán los aranceles para el aceite de oliva, siendo reemplazados por los llamados "montantes compensatorios de adhesión", para compensar la diferencia de precios entre los diez y España. Frente a la CEE se aplicaría gradualmente el régimen comunitario de tortas y harinas. En cuanto a la aceituna de mesa, aún hay que ver si la CEE fijará un régimen comunitario antes o después de la adhesión de España.

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