Fuertes divergencias en el Gobierno libanés sobre la reorganización del Ejército
Fuertes divergencias surgieron ayer entre los miembros del nuevo Gobierno libanés, que dirige Rachid Karame, durante la reunión celebrada en la residencia presidencial de verano de Bifkaya, a unos 15 kilómetros de Beirut, para discutir la reorganización del Ejército.
Al término de la reunión, Karame anunció que los líderes de las diversas facciones libanesas que integran el Gobierno habían acordada la liberación de prisioneros, aunque no precisó ni la fecha ni la forma en que ésta tendrá lugar.Las divergencias se centran sobre la asignación del control de las fuerzas armadas, que ha correspondido tradicionalmente a los maronitas cristianos.
Los representantes de las facciones musulmanas, entre los que se encuentran el líder chiita Amal, Nabih Berri; el líder druso, Walid Jumblatt, y el propio ministro de Defensa, Adel Oseiran, presionaron para lograr el cese del actual jefe del Ejército, el general maronita Ibrahim Tanuts, y propusieron la formación de un consejo de mando provisional, integrado por seis militares que representen a las seis sectas religiosas más importantes del país (maronitas, greco-ortodoxos, greco-católicos, sunitas, chiitas y drusos).
Los líderes cristianos, Camille Chamoun y Pierre Gemayel, éste, padre del presidente, se opusieron a esta iniciativa por considerar que el Ejército debe mantener su composición actual mientras el Estado no sea secularizado, ya que la población cristiana teme que sus derechos no sean respetados por la mayoría musulmana. Berri declaró que hasta que no se solucionen las cuestiones referentes al Ejército no será posible llevar a cabo la reapertura del aeropuerto de Beirut, que permanece cerrado desde el pasado febrero, con ciertas garantías de seguridad.
Varios barrios residenciales fueron violentamente bombardeados ayer en los dos sectores de la capital libanesa. Al menos 20 personas resultaron muertas y un centenar heridas a consecuencia de los bombardeos registrados ayer. El ataque sobre las zonas residenciales de Beirut fue el más grave desde hace varias semanas.
