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ANDALUCÍA

Protestas por el proyecto de construcción de un aparcamiento bajo una calle céntrica de Córdoba

La construcción de un aparcamiento subterráneo bajo la céntrica avenida cordobesa del Gran Capitán, cuya licencia de explotación ha sido inicialmente concedida por el Ayuntamiento de Córdoba a la empresa catalana SABA, ha levantado una polémica ciudadana. Varias comunidades de propietarios de inmuebles de la clásica vía del Ensanche cordobés, cuyos edificios están siendo sustituidos si s temáticamente por bloques de siete plantas, se oponen a la licencia municipal y ha organizado protestas públicas y manifestaciones a las que han asistido medio centenar de personas.

En el tramo en litigio -unos 30 portales a ambos lados de la calle-, actualmente se restaura el municipalizado Gran Teatro. La zona comprende también los cruces de la avenida del Gran Capitán con la calle de Gondomar, de cuyas esquinas han desaparecido los casinos de labradores y el mercantil, así como el club Guerrita. Asimismo, linda con la intersección a la ronda de los Tejares, en la que en el solar de la centenaría plaza de toros se levantó un edificio que actualmente ocupan unos grandes almacenes.Próxima al asentamiento de la ciudad romana -la urbs cuadrata-, razones de presentación del patrimonio arqueológico, de defensa urbanística y conservacionismo no ocultan las simples molestias que a los habitantes y comerciantes de la céntrica calle, donde se ubican actual y transitoriamente el ayuntamiento y a renovada delegación de Hacienda, van a producir unas obras cuyo comienzo está previsto para el mes de mayo. Más de 200 alegaciones han planteado los opositores en la información pública, mientras que en el ayuntamiento fuentes oficiales afirman que "el proyecto ha cumplido todos los requisitos legales, se han tenido en cuenta todas las cautelas tutelares y las alegaciones encontrarán en su momento la oportuna respuesta de los técnicos".

Las apelaciones hacen referencia a la posible agresión sobre la población de viejos plátanos orientales o castaños de Indias, el ruido previsible, la eventual concentración de monóxido de carbono, la falta de estudios geológicos sobre un subsuelo por el que discurre un conocido manto freático y el presunto incumplimiento del previo dictamen por la comisión provincial del Patrimonio Histórico-Artístico. Estas argumentaciones se solapan con razonamientos personales, de los que no está ausente un matiz ideológico, visible en cualquier oposición al ayuntamiento, de mayoría comunista.

Pendiente la resolución de las alegaciones por la corporación municipal, los opuestos a la construcción del aparcamiento subterráneo se movilizan estos días con escritos a los medios de comunicación, en algunos de los cuales solicitan la intervención del gobernador civil para impugnar el acuerdo municipal.

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