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El primado polaco traslada a párrocos favorables a Solidaridad

Fuentes eclesiásticas polacas informan en Varsovia de que el cardinal primado, Josep Glemp, bajo presión de las autoridades comunistas, ha comenzado a trasladar a párrocos activistas favorables a solidaridad de las parroquias en que actualmente desarrollan su ministerio.El propio Glemp anunció ayer el traslado del sacerdote Mieczyslaw Nowac, militante del sindicato ilegal, desde la iglesia de San José, en el barrio obrero de Ursus, en Varsovia, a la de Leki, a 100 kilómetros de la capital polaca.

Glemp declaró que se trata de "un asunto interno de la Iglesia" y añadió que el traslado de Nowak supone un ascenso para el sacerdote. Nowak declaró el miércoles que Glemp le había recomendado en una entrevista celebrada el 9 de enero "calmarse" y no "mezclar a actores con la misa", refiriéndose a la lectura de poemas patrióticos efectuada por actores en la iglesia de este párroco. Nowak fue interrogado el miércoles por la policía de Varsovia a causa de la aparición de banderas de Solidaridad durante una misa, celebrada el 16 de diciembre pasado, en la iglesia de San José, en honor de los mineros de carbón, así como en relación con los autores de una serie de lecturas de sociólogos e historiadores que se efectúa todos los viernes, desde octubre, en su iglesia. Otros sacerdotes podrían también ser trasladados, según las fuentes eclesiásticas, como, por ejemplo, Jerzy Popieluszko, conocido por celebrar cada mes una misa para la nación, o Heriryk Jankowski, consejero en Gdarrsk del líder sindical Lech Walesa.

Fuentes de la oposición consideran que estas iniciativas son un síntoma de la creciente cooperación entre la Iglesia y las autoridades polacas, anunciada a principios de enero tras un encuentro de Glemp y el líder polaco, general Wojciech Jaruzelski.

Este cambio de política por parte de la Iglesia está marcado por sus declaraciones sobre la necesidad de que el país coopere para la mejora de la situación económica y la afirmación de que una política de oposición sólo contribuiría a un mayor agravamiento de la misma.

Por otra parte, ayer regresó a Roma el arzobisbo Luigi Poggi, enviado del papa Juan Pablo II para negociar con la Iglesia y el Gobierno polacos el establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Vaticano y Polonia.

Según declaró el ministro de Asuntos Religiosos, Adam Lopatka, la Iglesia y el Gobierno desean lograr un acuerdo sobre este tema antes del término de este año. Según fuentes bien informadas, las autoridades se muestran favorables a este acuerdo.

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