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Darsa no acepta el decreto ministerial y presenta una contraoferta que no contempla el alquiler de sus viviendas

La inmobiliaria Darsa no acepta el decreto preparado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, en el que se contempla la posible venta y alquiler de las viviendas propiedad de aquella a sus actuales, inquilinos, según un escrito entregado el pasado jueves por el administrador de la compañía al jefe del gabinete del ministro. La empresa presentó en esta reunión una contrapartida en la que únicamente se contempla la venta de la vivienda o la concesión de un derecho de habitación a sus ocupantes, según los casos, en unas condiciones calificadas por los responsables de la inmobiliaria como "imaginativas y generosas".En el escrito presentado al ministerio por Darsa se contemplan todos los casos posibles en los que se encuentran los actuales ocupantes de las 1.775 viviendas que esta inmobiliaria tiene en Madrid y en el resto de España, hasta un total de 5.000. De éstas, unas 800 -265 en Madrid- están ocupadas por jubilados y viudas, que, según Darsa, tendrían que abandonar sus pisos, ya que se les concedieron por su relación laboral con empresas, ya extinguida. Según la propuesta de la inmobiliaria, aquellos ocupantes que con fecha 1 de enero de este año sean jubilados y viudas serían divididos en dos grandes grupos, los que perciben una pensión superior a 1,2 veces el salario mínimo interprofesional -más de 43.000 pesetas- y los que tienen pensiones por debajo de esta cantidad.

A los primeros, la empresa únicamente les ofrece la compra de la vivienda al 30% del precio de las actuales viviendas de protección oficial, una vez revisado el módulo en una cuantía estimada del 10%. Resulta así un precio de 14.521 pesetas por metro cuadrado construido, frente a las 50.422 peseta que costaría el módulo ya revisado. Los compradores pagarían un 30% al contado y el resto en 10 años, con un interés del 16%. Es también a aquellas personas que se jubilaran en 1984.

A los que perciben pensiones inferiores a las 43.000 pesetas, Darsa les ofrece la posibilidad de comprar en las condiciones anteriores, aunque con un interés del 14%, o acogerse al derecho de habitación gratuito e intransferible, de forma que el ocupante no pagaría la renta de vivienda aunque sí otros gastos (tasas, contribuciones, agua, electricidad y servicio de portería). En el contrato quedaría claro que a la muerte de los beneficiarios -en el caso de jubilados se incluiría al cónyuge- la vivienda no pasaría a ningún familiar.

Junto a estas ofertas, Darsa propone, únicamente durante el primer semestre de este año, la venta de pisos a los inquilinos que hoy son trabajadores en activo a los mismos precios que la inmobiliaria ofertó el pasado septiembre, en torno a 1.400.000 pesetas.

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