Los últimos accidentes aéreos
No debemos dejarnos llevar por el dolor, el ofuscamiento y la indignación, al ver tanto horror derivado de los dos accidentes aéreos ocurridos en Madrid en tan sólo 10 días. Pero responsables tiene que haber. No se puede jugar con vidas humanas por la negligencia de la Administración, a través de Aviación Civil, en acometer algo tan elemental y a la vez tan importante como es la seguridad aérea. El ministro de Transportes dice que Barajas no necesita de radar de superficie, y el señor Tena, director general de Aviación Civil, declara (EL PAIS, 8 de diciembre de 1983) que en Barajas sólo se da niebla cuatro o cinco días al año (que venga Dios y lo vea) y que un radar de esas características cuesta 600 millones de pesetas. Y yo le pregunto al señor Tena: ¿93 vidas humanas no valen 600 millones de pesetas?Suponemos, que se van a realizar mejoras en las pistas de Barajas; ahora empezarán muchos a preocuparse.
Las contradicciones de controladores y pilotos en relación con si el sistema avisador de altitud mínima (MAWS) hubiese evitado la tragedia del jumbo de Avianca es verdaderamente sorprendente; unos dicen que sí y los otros que no. La cuestión es que ya se ha instalado en Paracuellos.
El tributo a tanta negligencia se salda con cerca de 300 vidas humanas truncadas. Lamentable e indignante. /
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.