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Industrial Química de Zaragoza, filial de Cros, inaugura una fábrica de fertilizantes

Andreu Missé

La sociedad Industrial Química de Zaragoza, participada mayoritariamente por Sociedad Anónima Cros, ha inaugurado la semana pasada una nueva factoría de fertilizantes que tendrá una capacidad de producción de 330.000 toneladas anuales. La nueva planta situada en Cabañas del Ebro, a 25 kilómetros de Zaragoza, dispone de avanzados sistemas de producción, especialmente en lo que se refiere al aprovechamiento energético.

La puesta en marcha de esta fábrica contrasta con la situación por la que atraviesa la casa matriz Cros, donde precisamente el sector de fertilizantes es el que soporta resultados más ne gativos. Los fabricantes de fer tilizantes se han quejado repe tidamente de que los precios solicitados para 1983, que entraron en vigor en abril, repre sentaron un aumento del 9,5% frente al 24% solicitado y al 15,48% convenido con la Junta Superior de Precios.

Reindustrialización

Fuentes de Cros han señalado que este retraso en la aplicación de precios y el 5,98% en que el Consejo de Ministros rebajó el incremento convenido en la Junta Superior de Precios le han supuesto a esta empresa una reducción de ingresos de 2.098 millones de pesetas, que la sociedad se ha visto obligado a refinancíar con la colaboración del Banco de Santander y Banesto.La Administración ha anunciado que el sector de fertilizantes será uno de los primeros en acogerse a la ley de Reindustrialización que establecerá un régimen de ayudas para las empresas que se beneficien del plan. En este sentido, la posición de Cros se centra en cuatro puntos: ayudas para el cierre de plantas obsoletas, subvenciones para el plan de inversiones a realizar por la empresa con el objeto de modernizar instalaciones, subvención para el saneamiento financiero y, sobre todo, fijación de un escandallo dd precios muy claro que permita repercutir automáticamente la totalidad de las variaciones que se produzcan en los costes.

La producción química de Cros se halla seriamente condicionada por los precios energéticos, sobre todo en la producción química fertilizante que se apoya sustancialmente en la fabricación de cloro-sosa. La energía eléctrica constituye el principal componente del coste de producción en el proceso electrolítico que absorbe el 63% del coste total de producción

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